Secciones
Servicios
Destacamos
MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Lunes, 28 de marzo 2022, 01:32
Gerónimo Lozano Apolo, catedrático de Ingeniería de la Construcción, falleció ayer en Gijón a los 88 años. Fue uno de los miembros del equipo fundador de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI), en 1978, y llegó a ser vicedirector en el equipo que dirigía Luis ... Ortiz Berrocal.
Ingeniero aeronáutico y arquitecto técnico, nació en Villafranca de los Barros (Badajoz), en 1933. Llegó a Asturias en 1960. En concreto, lo hizo a Oviedo, para trabajar en una empresa constructora. Poco después se trasladó a Gijón y al mundo de la docencia universitaria, llegando a ser catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Oviedo.
Este reconocido especialista en patología de la construcción fue nombrado, el 15 de febrero de 2007, académico correspondiente de honor de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, acto en el que pronunció una conferencia titulada 'Síndrome del edificio enfermo. Procesos patológicos, patología y terapéutica'. La sabiduría y buen hacer de Gerónimo Lozano quedó plasmada en los numerosos libros técnicos que escribió, uno de ellos especialmente dedicado a la arquitectura tradicional que tituló 'Hórreos, cabazos y garayas'.
El exministro y expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, fue íntimo amigo de Gerónimo Lozano, no en vano compartían gremio, y ayer le calificó como un «gran calculista de estructuras». Esa amistad les llevó a compartir también inquietudes políticas y Álvarez-Cascos reconoció que «siempre fue un apoyo político muy importante».
La política le llevó a formar parte de Foro Asturias, formación que en diciembre de 2014 le distinguió como militante de honor, en un acto que fue presidido por Francisco Álvarez-Cascos, quien promovió esa distinción, y Carmen Moriyón, para reconocerle públicamente «su categoría».
«Fue un profesor con un prestigio enorme. En Asturias, es una de las grandes figuras de la ingeniería de su generación», apuntó Álvarez-Cascos, quien aseguró que «es una persona a la que le profeso una enorme admiración, además de la amistad que tuvimos siempre y el apoyo que nos dimos mutuamente».
También le conoció muy bien Álvaro Muñiz, exdirector de la Feria de Muestras, quien dijo de Gerónimo Lozano que «es una de las personas a las que hay que valorar enormemente». Resaltó el duro trabajo que tuvo que hacer para poner en marcha el campus de Gijón: «Es un bagaje queda ahí y hace eternas a las personas». En opinión de Muñiz, Lozano fue «la piedra filosofal de la EPI».
Gerónimo Lozano deja esposa, Sonsoles Martínez-Luengas, y tres hijos: Alfonso, profesor de Ingeniería de la Construcción en la Universidad de Oviedo; Íñigo, cardiólogo en el Hospital de Cabueñes, y Pablo, director territorial de Banca Privada en el Sabadell. Sus restos mortales serán incinerados en la intimidad familiar y el funeral por su eterno descanso se oficiará a la una de esta tarde, en la iglesia parroquial de San Julián, de Somió.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.