En la imagen, Fran Álvarez. | En el vídeo, David Villa lanzó un mensaje de apoyo en redes al gijonés Francisco Álvarez

Fallece a los 35 años Francisco Álvarez, el gijonés que unió a dos barrios en su lucha contra el cáncer

Los vecinos de La Camocha y La Calzada se volcaron en recaudar fondos para que pudiera ser tratado en Pamplona del cáncer en las cuerdas vocales que padecía

E. C. / l. m.

Viernes, 4 de noviembre 2022, 09:57

La voz de Francisco Álvarez se apagó ayer para siempre. Tenía 35 años y había logrado unir a dos barrios de Gijón, La Camocha y La Calzada, en su lucha por conseguir fondos para costear el tratamiento contra el cáncer en las cuerdas vocales que ... parecía La solidaridad vecinal había dados sus frutos para poder acudir a la Clínica Universitaria de Pamplona, donde cuentan con los medios apropiados, pero finalmente el joven no pudo superar la enfermedad y falleció ayer, dejando mujer y tres hijos.

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La asociación de vecinos de La Camocha, donde Francisco Álvarez reside desde hace dos años con su mujer y sus tres hijos, y amigos y vecinos de La Calzada, su barrio de toda la vida, se volcaron en recaudar fondos para sufragar un tratamiento contra el cáncer en las cuerdas vocales. El gijonés había abierto un crowdfunding para tratar de conseguir los 26.000 euros del tratamiento. Pero también se organizaron otra serie de actuaciones de recaudación, como una jornada benéfica con tatuador, actuaciones musicales, partidos de fútbol y concurso de tortillas. , entre otros.

Su causa no solo se quedó en el barrio sino que personalidades de la talla del futbolista David Villa se solidarizaron con el gijonés. En un vídeo le deseaba una pronta recuperación. Similar mensaje al que le trasladó el llagarero Samuel Trabanco tras entregarle varias cajas de sidra para que se pusieran a la venta en la barraca instalada por la asociación de vecinos de La Camocha en el marco de las dos jornadas solidarias organizadas para tratar de reunir parte del dinero que este vecino del barrio precisa para recibir tratamiento en la Clínica Universitaria de Navarra. «El día que dejemos de ayudarnos es cuando se acaba todo», le dijo Trabanco, que también contribuyó económicamente a la causa.

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