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Janel Cuesta
Sábado, 9 de mayo 2020, 01:19
Anoche falleció el ilustre gijonés Falo Friera a los 92 años. Pocas veces nos encontramos con un personaje como Rafael Friera Aránguez, cuyos progenitores cuentan con una biografía imposible de pasar por alto, ya que Falo Friera que ha hecho historia en este Gijón del ... alma, es nieto del no menos famoso Ataúlfo Friera «Tarfé», toda una figura literaria del pasado siglo XIX; filósofo, escritor y periodista que habiendo comenzado su andadura en los albores de este diario EL COMERCIO, posteriormente llegó a fundar y dirigir publicaciones como «Gijón-Begoña», «La Golondrina» y «La Comedia Gijonesa», hoy auténticas joyas de la historia local. Por si fuera poco, José María Friera Jacoby, el padre de Falo Friera fue gobernador civil de Salamanca y de Oviedo, durante la República, y sus discrepancias con los métodos empleados por los dirigentes republicanos le llevaron a la cárcel, y como les ocurrió a otros muchos españoles, al terminar la guerra civil, volvió al presidio con los vencedores, y tras varios juicios sumarísimos terminó en el destierro, por lo que su esposa Susana Aránguez Iglesias, junto con sus cuatro hijos, pasó las de Caín.
Falo Friera, el último de los hermanos, vivió y pasó sus primeros años en Gijón; Astorga, donde estudió en el Colegio de los Hermanos de La Salle, y luego en La Coruña, donde inició los estudios de Perito Mercantil para concluir el Profesorado en la Escuela de Comercio de Gijón, una vez que su padre, ya superadas las secuelas de la posguerra, se estableciera definitivamente en nuestra ciudad. Lo hizo como director de la Mutua General de Seguros, por lo que Falo Friera alternaba sus estudios mercantiles con la colaboración en la gestoría de seguros de la familia, junto con su hermano Pepín Friera.
Entre tanto, y pese a su ajetreada juventud, Falo Friera ya había conocido a la jovencísima Eva Acebal Calzada, alumna del colegio de las Ursulinas, de la que podemos dar fe que era, fue y sigue siendo la mujer más guapa de todo Gijón, y aquello fue el flechazo definitivo para una historia de amor que lógicamente terminó en boda y de cuya unión nacieron nada más y nada menos que diez hijos, cuatro mujeres y seis hombres.
Falo Friera, que no tardó en independizarse y trabajar como Agente Libre de Seguros, siendo el primero de Asturias con esta titulación, también sentía especial atracción por el deporte náutico. Observando a nadadores como Higinio «El Salvamento» y Daniel Pérez, llegó a dominar el estilo de braza, en parte gracias a la paciencia de Eva Acebal, por entonces su novia, que le controlaba los entrenos en la alberca de El Natahoyo, y a la vez le tomaba las lecciones para aprobar con buenas notas los exámenes de la Escuela de Comercio. Las excepcionales condiciones de nadador de Falo Fiera no solo le sirvieron para competir y vencer a otros bracistas como Higinio Alonso, Mauro Casielles, Carlos García, Julián Caso o Joaquín Merediz, sino que también le valió para rebajarse de todos los servicios mientras formaba parte del equipo del cuartel de Simancas, donde cumplía el servicio militar.
Tras una dilatada vida profesional en varias oficinas de seguros y teniendo a su esposa Eva como fiel colaboradora, Falo Friera ya se había consagrado como un gran relaciones públicas y no menos laborioso emprendedor, lo que le llevó a relevar a su antiguo rival Joaquín Merediz en la delegación Provincial de la Federación Astur-Leonesa de Natación, donde permaneció diez años para ser sustituido por el que había sido presidente del Real Oviedo, Enrique Rubio Sacudo. La gestión deportiva de Falo Friera marcó una época, tanto por sus éxitos deportivos como económicos y administrativos, pudiendo afirmarse, sin exagerar, que de la nada –teniendo incluso que llegar a pedir cronómetros prestados– sacó el dinero de debajo las piedras y dejó la Federación con cronos, chándals, triunfos a nivel nacional, como campeonatos interregionales y Juegos del Cantábrico, por citar algunos.
Tampoco podemos obviar la colaboración del tesorero Joaquín Juliana y del secretario y vicepresidente del C. N. Santa Olaya Alfonso Moral Armengol.
Huelga señalar la infinidad de anécdotas vividas por Falo Friera, tanto de agente de seguros como padre de familia más que numerosa. Menudo dilema viajar con diez hijos para cultivar sus aficiones a la caza y a la pesca, aunque en cierta ocasión se encontraron con una «casa-hotel» en la ribera del Cares cuyos dueños tenían 20 hijos. Dicha casa era un regalo de Francisco Franco como premio a la natalidad.
Curiosamente Eva y Falo, padres de diez hijos, solo tienen dos nietos de su hijo Ignacio, que sigue en la profesión de seguros. Pero si esos nietos se parecen a los abuelos en belleza e inteligencia ya es más que suficiente.
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