Fallece un ciclista de 43 años tras sufrir un accidente en una pista en Deva

Ocurrió hacia las seis de la tarde, en un camino complicado, a unos 300 metros de la carretera. Su bicicleta fue localizada junto a un salto pronunciado y el cuerpo, a varios metros, junto a un árbol. El grupo de ciclistas que lo encontró le practicó las maniobras de reanimación durante una media hora, hasta que los sanitarios pudieron llegar al lugar.

Natural de Sotrondio y vecino del barrio gijonés de El Coto, era enfermero y trabajaba desde hacía años en el Hospital Valle del Nalón. «Era muy buen chaval y muy buen compañero, no nos lo acabamos de creer, es un palo muy gordo...», comentaban en el centro sanitario, donde a la situación crítica derivada de la pandemia se suma ahora la tristeza de afrontar la pérdida de un compañero muy querido.

Aníbal Díaz era muy aficionado a la bicicleta de montaña, práctica deportiva a la que dedicaba muchas horas desde su juventud. Solía salir a rodar con un grupo de amigos, pero debido a sus turnos laborales, que muchas veces le hacían descansar por semana, en ocasiones hacía rutas en solitario por el concejo, sin alejarse demasiado. Fue precisamente en una de esas salidas solo cuando la tragedia se cruzó en su camino.

La fatal caída se produjo en una pista de difícil técnica. Llevaba puesto el casco de seguridad, pero el golpe que sufrió le provocó lesiones de extrema gravedad. Los ciclistas que lo hallaron habían pasado por el mismo lugar poco antes. Fue al dar la vuelta cuando se encontraron con el accidente. Rápidamente alertaron al 112. Hasta el lugar se trasladaron agentes de la Guardia Civil y el SAMU. Mientras varios de los testigos le practicaban las labores de reanimación, otro salía a la carretera para indicar a los sanitarios.Dada la gravedad de las lesiones que presentaba, fue trasladado al HUCA. Su estado de salud era de extrema gravedad. Ayer a primera hora de la tarde fallecía como consecuencia de la brutal caída. La muerte del hombre de 43 años dejó consternados a sus familiares, amigos, a sus compañeros de trabajo y a los aficionados al ciclismo, así como a sus vecinos de El Coto y del Nalón, donde creció y trabajaba y donde era muy apreciado.