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a. ausín
Jueves, 20 de enero 2022, 22:34
Según el DNI, tenía 101.Según sus hijos, 102. De hecho, María Asunción Álvarez Loché sopló ya las velas de su centenario hace un par de años. Haciendo honores a su mote, 'La Guapita', y a su incondicional coquetería, les mandó prometerle que en ... el día de su adiós «la arreglarían, pintarían y maquillarían como si fuese de fiesta». Así lo recordaban ayer en el Tanatorio de Cabueñes, donde velaban a una de las históricas vendedoras de la Pescadería Municipal, que marcó una época entre 1930 y 1991. Ella llegó al puesto 66 con doce años para ayudar a su madre, Filomena, y tras su jubilación, la relevó con plenos poderes en la venta de pescado.
En los inicios, recordaba su hijo Paco, «había mucho trueque, en especial con aldeanos de Serín que le llevaban gallinas, huevos y mantequilla». Allí estuvo hasta el final, al igual que su hermana Carola, ya fallecida, y como tenía el puesto en propiedad obtuvo una indemnización a su cierre. Luego, se dedicó a su familia y casi ya centenaria seguía recibiendo a sus dos hijos y a sus nietos y bisnietos en su piso de Cimavilla para celebrar comidas familiares que preparaba ella misma.Así hasta que en octubre de 2020 la salud se resintió y se fue a una residencia, Los Arces, donde ayer falleció tras no superar una bronquitis y apagarse «como una vela».
El sábado, a la una de la tarde, Asunción 'La Guapita', viuda de Francisco Reguero, será despedida en la iglesia de San Pedro.
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