Un recorrido a pie de calle por los más de cien años de solidaridad gijonesa

Para rendir homenaje a estas entidades, el Ayuntamiento ha llevado a cabo una exposición que cuenta con veinte paneles a pie de calle distribuidos entre la plaza del Humedal, la Gota de Leche y el paseo de Begoña que podrán verse durante tres semanas donde muestran los orígenes e historia de estas entidades.

El recorrido comienza con la Cocina Económica, establecida en 1890, en un primer momento con la gestión de un comedor social. Más adelante, se construyó en 1905 la Asociación Gijonesa de Caridad, impulsada por Donato Argüelles, que ocupó también esta primera iniciativa. En este comedor, se repartían 500 raciones en el comedor de la calle Langreo, después en el Humedal y actualmente en la calle Mieres.

Distintos carteles del Sanatorio Marítimo de distintas colectas celebradas en 1958, 1960 o 1962 pueden verse en estos paneles. Todos ellos con un mensaje claro: «¡Ayudanos!». La iniciativa de la entidad abrió sus puertas en 1945 con 60 camas para la estancia de niños pobres con enfermedades congénitas gracias a la donación de la familia Alfageme que invirtió 600.000 pesetas. En dicho lugar había fusilado a dos miembros de la familia a comienzos de la Guerra Civil. Algunas de las fotos que pueden verse, recogen una partida simultanea con el ajedrecista Arturo Pomar o la visita del cantante Joselito.

La importancia de La Gota de Leche también se recalca en este recorrido, así como su impulsor Avelino González. La entidad, que entre otras ocupaciones, intentó aliviar los problemas de lactancia llegó a entregar más de 100.000 litros de leche en biberones en los años veinte.

El hogar de San José, fundado por el jesuita Máximo González, nació para atender a los niños huérfanos. En los 60 llegaron a ser 200 niños acogidos, conocidos como 'los hogarinos'. El fundador, terminó en un psiquiatrico, «después de una pelea por mejorar la situación de los niños acabo con una gran situación de desquicie», señaló Ángel Mato, historiador y comisario de la exposición, «una vez los llevó hasta La Iglesiona y se los mostró a los feligreses pidiendo ayuda». Por ello, Mato recalcó que «no hay que olvidar los nombres de los que fundaron estas instituciones y recordar a la gente joven todo lo que significaron».

Junto con él, participó en la inauguración de la muestra en la plaza del Humedal la concejala de Cultura, Montserrat López Moro, que recordó a los asistentes la necesidad de seguir colaborando con estas entidades que siguen funcionando a día de hoy. «Un apoyo que se pueden materializar en donaciones económicas pero también en voluntariado ya que las necesidades siguen estando ahí. Las instituciones protectoras necesitan y aprecian el reconocimiento, consideración y respaldo de la población», concluyó.