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Era conocida en la Guardia Civil como 'Tina cocaína' por su gran capacidad para detectar este tipo de droga. Estuviera escondida donde estuviera, incluso en los escondrijos más recónditos. Fue condecorada por localizar en el puerto de Barcelona un cargamento de estupefacientes valorado en 24 millones de euros. Y, en su impoluta trayectoria en el Servicio Cinológico de la Benemérita, figura haber descubierto seis millones y medio de euros dentro de las maletas de varios ciudadanos chinos en el aeropuerto. Pero ahora 'Tina', lejos de vivir una merecida y sosegada jubilación en Gijón, lucha por sobrevivir y superar todos los problemas médicos graves que se le han ido presentado en los últimos tiempos a esta labradora de once años.
Eugenia Martínez de Irujo
Aristócrata
Junto a ella, siempre, su adoptante: el guardia civil retirado Pedro García, jubilado hace veinte años tras sufrir un atentado terrorista cuando estaba destinado en el País Vasco y que no dudó en adoptar a la perra cuando a ella se le acabó su etapa en activo. «Tuvo un problema en las patas traseras y ya no podía seguir trabajando, así que no dudé en adoptarla y traerla para Gijón», explica García, quien se desvive por el animal y, pese a la concatenación de problemas graves de salud, «nunca jamás» ha pensado en sedarla. «Con todo lo que ha hecho en la Guardia Civil, se merece una jubilación digna y vivir lo mejor posible el tiempo que le quede, que esperamos que sea mucho», dice.
Pero 'Tina' no solo tiene a su familia adoptante. Ahora tiene también una nueva madrina aristocrática, Eugenia Martínez de Irujo, reconocida amante de los animales que, al conocer la historia de la perra-policía a través de las redes sociales, no dudó en interesarse por ella y sufragar parte de sus gastos sanitarios, que superan los 16.000 euros por las continuas operaciones de cáncer de mama, una infección bacteriana en la médula espinal que la dejó inválida, una perforación del conducto linfático y otra infección altamente mortal por la picadura de una garrapata. En la última visita al hospital veterinario, estuvo ingresada 23 días en la UCI, a los que se suman todos los que había estado anteriormente. Radiografías, ecografías, resonancias, rehabilitación, fisioterapia, piscina, medicación, analíticas de sangre... Pero 'Tina cocaína' no pierde el ánimo.
«Es una luchadora, está intentando salir adelante con todas sus fuerzas, que son muchas», dice Pedro García, que tiene claro que, «cuando la perra pueda viajar a Sevilla, iremos a conocer a Eugenia, como así es su deseo. Me gustaría por todos los medios que se pudieran encontrar, porque está siendo extremadamente generosa con nosotros y, sobre todo, con 'Tina'. Iremos aunque la tenga que llevar en brazos». Mientras tanto, la perra se recupera en Gijón después de toda una vida velando por la seguridad de los demás. Ahora es ella la que necesita los cuidados.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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