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R. MUÑIZ
GIJÓN.
Lunes, 22 de junio 2020, 00:38
El estudio informativo encargado por el Ministerio de Transportes para comparar las ubicaciones del Museo del Ferrocarril y Moreda concluye que ambas son «técnicamente viables y adecuadas a los objetivos de la actuación». En el capítulo ambiental Moreda supone un daño mayor a la ... vegetación, mientras el museo lo sería para el patrimonio cultural, la gestión de residuos y los suelos contaminados, al considerarse que la excavación topará con más toneladas de suelos sucios. Es una hipótesis que insta a validar con una investigación detallada del terreno.
Los técnicos municipales creen que los perjuicios ambientales del museo son mayores de lo que refleja el estudio redactado por Ineco y aluden a una supuesta una omisión. A la hora de analizar las zonas inundables, la memoria se refiere solo a las que así están catalogadas por riesgo de desborde de ríos.
Analizada así la cuestión resulta que «las dos alternativas propuestas discurren junto a una zona inundable (con alta probabilidad) ligada al arroyo Tremañes (también llamado de la Pedrera o Pilón), el cual discurre en canal en esta zona». Así se refleja en la memoria del estudio de impacto ambiental de 264 folios, firmada por trece especialistas. La memoria del propio estudio informativo, de otros 114 folios y firmada por un ingeniero también se ciñe a hablar de las zonas de inundación de origen fluvial, examen en el que, por tanto, empatarían las dos alternativas.
Sin embargo, las directivas comunitarias recogidas en un real decreto de 2010 obligan a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) a identificar las zonas de inundación de origen fluvial pero también las «causadas por las aguas costeras y de transición». El ejercicio ha provocado que, al menos, desde 2014 el propio museo figure en los mapas de peligrosidad por inundación por oleaje. La probabilidad que tiene de que el Cantábrico invada su espacio la calcula la CHC en un 1% para un año individual y el riesgo llega al 100% al cabo de cien años.
Nada de ello se menciona en el estudio informativo, ni en el estudio ambiental ni en su documento de síntesis donde la inundación que se calibra es solo la fluvial. Esa aparente omisión alimenta el convencimiento de los asesores municipales de que el impacto en la zona del museo es mayor del que recoge el trabajo de Ineco y que incluso sería difícil obtener la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica para hacer la estación.
En todo caso en los 485 folios de anexos de los informes sí existe una mención al riesgo de inundación de origen marítimo. Se toca el asunto a la hora de hablar de la vulnerabilidad de la infraestructura en caso de catástrofe y se concluye que el nivel de riesgo real de inundación, sea por río o por mar, es «medio o bajo».
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