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LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Domingo, 28 de agosto 2022, 02:05
El parque de Isabel la Católica muestra estos días su mejor cara. Ya han concluido las obras iniciadas a principios de año, con un presupuesto de 158.000 euros, para actualizar y devolver su esplendor a construcciones como el palomar, la pajarera, la pérgola ubicada ... junto a los servicios, el edificio de oficinas y el lazareto y el almacén que lindan con la avenida de El Molinón. También se han ejecutado mejoras en los jardines, en el mobiliario urbano y en los viales peatonales. Y, aunque no sea perceptible para el común de los visitantes, se han renovado los sistemas eléctricos y de riego. Al estar catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), la mayor parte de las actuaciones han precisado de la autorización de la Consejería de Cultura del Principado.
Hasta ahí las obras de menor calado. Queda pendiente, y con previsión de poder ejecutarlo a principios de próximo año, el proyecto de mejora del sistema hidráulico del parque. Esto supondrá el dragado de los dos estanques para aumentar su calado, la mejora de las conducciones entre ambos estanques y, como novedad, la instalación de un sistema de control automático de la cantidad y la calidad de las aguas. Mediante sensores, se podrá tener información puntual de aspectos como su temperatura. ¿El objetivo? Acabar con los problemas de insalubridad que origina la acumulación de lodos y mejorar las condiciones hídricas de estas zonas húmedas, en las que suelen proliferar algas que dan lugar a las cianobacterias que acaban contaminando el agua del río Piles y, por extensión, la playa de San Lorenzo.
Con un presupuesto cercano al millón de euros, «se estima que no es necesario elevarlo a Cultura porque es un proyecto de mantenimiento y reposición», explican el concejal de Obras Públicas, Olmo Ron, y el jefe del servicio municipal de Parques y Jardines, Juan Carlos Martínez. Las obras serán responsabilidad de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y tendrían un plazo de ejecución de seis meses. Aún está pendiente la licitación, pero Ron confía en que el proceso no se demore más de «cuatro o cinco meses» para poder llevar a cabo los trabajos el próximo invierno. Y es que el dragado solo se puede hacer entre enero y febrero para no interferir en la nidificación de las aves.
Hay otra cuestión a la que obliga esa intervención: mientras duren los trabajos habrá que retirar y buscar acomodo a las distintas especies animales que habitan las dos lagunas. Algo similar a lo que se hizo con las aves de la pajarera, que hubo que trasladar al vivero municipal mientras se realizaba la renovación de la cubierta de las jaulas. En el proyecto redactado por Inca Servicios y Proyectos de Ingeniería Civil para el servicio de Parques y Jardines, la propuesta que se hace es actuar de forma alternativa en las lagunas. Esta solución permite capturar los peces -por el procedimiento de pesca eléctrica- y trasladarlos de forma temporal a la laguna donde no se esté trabajando en ese momento.
De forma paralela al del dragado, se pretende lanzar el contrato para la impermeabilización del canal del Molín más allá de los límites del parque de Isabel la Católica a la vista de las pérdidas detectadas en distintos puntos y que están afectando al volumen de agua que llega al parque y del que se pueden nutrir los estanques. También dependientes de la EMA, las obras contarán con un presupuesto que rondará los 400.000 euros, explicó Ron.
Más inminentes, ya que ya se ha iniciado el proceso de licitación, serán los trabajos para la renovación de la zona de juegos infantiles, en la que se invertirán 120.000 euros. La mayor partida, 70.000 euros, irá para sustituir parte de los elementos que ya muestran un evidente deterioro, como los pórticos y los columpios. La novedad es que el parque de Isabel la Católica incorporará un nueva zona de juegos infantiles con artilugios de agua como los que ya existen en la zona del Rinconín. Su adquisición e instalación está presupuestada en 50.000 euros. En esta zona también se sustituirán los bordes de confinamiento de los areneros por piezas de granito, de mayor durabilidad. El coste del proyecto supera los 40.000 euros.
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