Algas filamentosas que infestan desde hace días las aguas del estanque grande del parque de Isabel la Católica. El problema tiene su origen en el Canal del Molín. José Simal

El estanque grande de Isabel la Católica, plagado de algas filamentosas tras el dragado

Proceden del Canal del Molín y pueden afectar a la calidad de las aguas. Parques y Jardines inicia hoy la reparación vegetal del borde de las lagunas

Marcos Moro

Gijón

Jueves, 25 de abril 2024, 02:00

El estanque grande del parque de Isabel la Católica no ofrece estos días su mejor imagen por una infestación de algas filamentosas verdes. Es un problema que tiene su origen en el caudal de la captación de agua procedente del Canal del Molín, ... que también está plagado de esta variedad de alga con forma de hilos largos y finos que se adhieren entre sí y forman una capa densa que, al margen de dar un aspecto antiestético a la laguna, puede acabar afectando a la calidad de su masa de agua. Ésta fue renovada en su totalidad a finales del pasado verano, tras el dragado con el que estanque principal ganó 25 metros de profundidad, y daba hasta ahora unos valores óptimos de calidad en los controles.

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Desde la Concejalía de Medio Ambiente, a través del jefe de servicio Jesús Fernández Testón, se hará un seguimiento de la rápida propagación de estas algas, que no sólo son visibles en la superficie, sino que también tapizan el fondo de la laguna. El temor es que esta vegetación acuática, al crecer y descomponerse, pueda provocar procesos de eutrofización que contaminen las aguas por la liberación de cianobacterias. El Ayuntamiento dispone desde el pasado otoño de una estación en el principal parque gijonés que recoge la información en tiempo real sobre la calidad y cantidad de las aguas estancadas de los estanques. Con esta monitorización se puede saber si se procede cualquier alteración química o física que ponga en peligro el ecosistema de las lagunas.

Arbolado encintado en el frente de Torcuato Fernández-Miranda. Instalación del Espicha Park, pendiente aún de su derribo. Reborde de piezas de madera que delimita las diferentes áreas de juegos infantiles que se sustituirá por bordillo de granito pulido y redondeado.

Una de las posibles teorías que se barajan desde el servicio de Parques y Jardines es que estas algas filamentosas están aflorando de forma desmedida en la laguna grande porque no hay peces que se alimenten de ellas. La laguna pequeña, la de la escultura de Las Driadas, sí está libre de estas algas porque en ella habitan decenas de carpas asiáticas, también conocidas como peces koi. Estas carpas quedaron en el estanque pequeño y no se han movido de allí desde hace un año, cuando se vació la mayor de las zonas húmedas del parque de Isabel la Católica para ejecutar su parte de los trabajos de dragado. La presencia del alga filamentosa es nueva. La variedad más habitual que solía teñir de verde tanto los estanques y el Canal del Molín en determinadas épocas de la primavera cuando no corría mucho el agua era la lenteja de agua, una planta sin peligro que contiene abundantes proteínas y es muy apreciada por los cisnes.

Por otra parte, el servicio de Parques y Jardines tienen previsto iniciar hoy la reparación vegetal del perímetro de los dos estanques que resultó dañado con la introducción de maquinaria para realizar las labores de dragado que retiraron décadas de sedimentos acumulados en el fondo de ambas lagunas. El plan de mejoras continuará después con la sustitución de los bordillos perimetrales de las diferentes áreas de juegos infantiles. Ahora están delimitadas por un pequeño reborde de piezas de madera, que en algunos puntos están podrida y en otros astilladas, y se reemplazarán por un bordillo de granito pulido y redondeado. Además, desde este servicio ya se han adquirido nuevos elementos de juegos infantiles y se procederá a la reposición de aquellos que han llegado al final de su vida útil y razones de seguridad y prevención aconsejan su sustitución.

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El núcleo zoológico gijonés tiene censadas 460 aves y sigue sin bar

El parque sigue sin bar, tras el fin de la concesión de Espicha Park, y como núcleo zoológico tiene censadas 460 aves de 75 especies distintas entre las que destacan periquitos, agapornis, ninfas, gorriones de Java, ansares, cisnes, cotorras, faisanes, patos, gansos, gallinas, gallos , pavos y loros guacamayos. Gran parte de esa colección procede de donaciones que luego se exhiben en la pajarera. También está la pareja adulta de emúes, 'Pancho' y 'Paca', que ya han cumplido 20 años, y cada vez se reproducen menos (este año solo tuvieron tres crías). El cuidado de este aviario supone un coste anual de 68.000 euros.

El Pleno votó la semana pasada en contra de una iniciativa de IU para reconvertir esta instalación, en colaboración con el Principado, en un centro de acogida y cuidado de aves heridas o enfermas. El gobierno local la rechazó por problemas de encaje normativo pero Foro en 2022, cuando estaba en la oposición, vio aprobarse por unanimidad una moción que pedía un aula de educación ambiental y centro de recuperación de aves silvestres.

Otros animales, pero domésticos, cuyos dueños los dejan sueltos, son los responsables de las calvas que muestran varias zonas de pradería. Las incursiones en el espacio de la rosaleda donde se encuentra la escultura de Isabel la Católica las has cortado de raíz la Policía Local con multas.

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