«Con la estación debemos ser realistas. Yo buscaría incluso cómo abaratarla en Moreda»

-En el anterior mandato usted comparaba el proyecto junto al Museo con enterrar un portaaviones a 21 metros bajo tierra...

-Era un ejemplo gráfico de la dificultad que tendría una obra de esta envergadura en una zona geológicamente complicada, un argumento que aún nadie me ha rebatido. Es verdad que hubo un consenso, pero con interrogantes y condiciones. Ignorar todas las inquietudes que planteamos desde algunos partidos sería absurdo.

-Aún así, IU se sumó a ese consenso. ¿Se arrepiente?

-Todos hicimos un esfuerzo, porque al final era la opción por la que apostaban también el Principado y sobre todo el Ministerio. Pero nuestras dudas siempre las manifestamos. Y una de las últimas condiciones que pusimos fue que se garantizara que los barrios de Moreda y El Polígono iban a quedar unidos, porque no era seguro que ahí fuera a haber una cubierta.

-En diciembre decía aún que no podía «demostrar con datos» que en el Museo el coste se fuera a disparar. ¿Los tiene ahora?

-Hace años nos hicimos con un estudio de Ineco que ya decía lo que ahora se señala sobre las dificultades de la zona. Y en conversaciones con geólogos y arquitectos, todos mostraban una opinión desfavorable a construir ahí la estación. Decían que en ingeniería no hay nada imposible, pero que el problema es cuánto vale. Más allá del tema de los colectores, esa obra significaría unos niveles de apantallamiento enormes que dispararían los costes. Pero el coste real no lo da un estudio informativo, tiene que ser el proyecto constructivo, que aún nadie tiene, el que fije unos valores aproximados. Y aún así, después todavía habría desviaciones, como pasa siempre con las obras subterráneas y más en suelos tan complicados. Nos lo dice la experiencia.

-Pero el estudio informativo habla de diferencias «poco significativas» entre ambas opciones...

-Creo que el estudio debería estar un poco más fino, pero por las características de una y otra, si algo estamos seguros que pasará es que en el Museo del Ferrocarril se encarecería, mientras que en Moreda incluso se puede abaratar. Y en una fase política y económica tan complicada en la ciudad y en el país, tenemos que ir a proyectos realistas. Porque además debemos poder 'vendérselos' a otras administraciones para que realmente salgan adelante.

-¿Y sí es asumible el coste de Moreda?

-Insisto en la necesidad de ser humildes y realistas. Y por tanto, yo buscaría cómo abaratarla sustancialmente. Entre la estación que tenemos ahora y una de 300 millones de euros hay todo un mundo. Veamos si hay cosas que por austeridad o funcionalidad se pueden abaratar. Por ejemplo, podríamos estudiar si en lugar de un aparcamiento subterráneo conviene hacer mejor uno en superficie o incluso en altura. Y otra cuestión importante es que en Moreda la conexión con el metrotrén y lo que es la estación, que fundamentalmente son los andenes de largo recorrido, son obras que se pueden hacer por separado. No habría la obligación de desarrollar toda la inversión al mismo tiempo, con lo que eso supondría.

-¿Defiende entonces una ejecución por fases, abriendo primero las cercanías y el túnel y dejando para más adelante el resto?

-Está claro que lo ideal sería que se hiciera todo en paralelo y lo antes posible. Pero sabemos que habrá dificultades y que habrá que negociar las inversiones. Y si hubiera que priorizar, lo que más urge es garantizar que entre en funcionamiento cuanto antes el metrotrén. Es el elemento que más impacto económico y social tendrá en la ciudad y lo que cambiará la movilidad de Gijón y de Asturias. Las cercanías suponen el 90% de los desplazamientos en tren y creo que desde que se ponga en marcha permitirá a Adif empezar a recuperar parte de los recursos invertidos, porque estoy convencido de que su explotación será rentable. Además será eso lo que dé centralidad, como si fuera una estación lineal con seis paradas.

-Un metrotrén cuyo proyecto de prolongación a se va a retrasar un año más...

-No es una buena noticia y creo que es poco explicable. Si los técnicos son los mismos que hasta ahora, les pediría más rigor y seriedad.