Escolares del Pumarín se iniciarán en la danza para «vivir el arte»

Experimental, pionera y creativa. Así es la propuesta que la coreógrafa y pedagoga de la danza Olimpia Oyonarte planteó ayer al claustro del colegio Pumarín basada en una residencia artística en el centro educativo. Si bien una residencia artística consiste en ceder un espacio a un artista para que pueda desarrollar su proyecto, Oyonarte ha querido darle una vuelta de tuerca y hacer de este «un intercambio enriquecedor», indicó. «La propuesta transforma el entorno escolar en un espacio más dinámico, abierto y diverso», anotó. La coreógrafa utilizará el salón de actos los martes, miércoles y viernes durante los tres próximos meses. A cambio, ofrecerá una apertura a la comunidad educativa a observar y vivir el proceso creativo desde dentro. «Queremos que todo el alumnado pueda acceder al arte. Quizás hay niños que no están tan familiarizados con la danza porque no hay tradición en su familia o un fácil acceso». Durante estos meses, Oyonarte profundizará en su pieza 'Mujeres Invisibles', presentada en el Museo de la Ciudadela de Celestino Solar en abril de 2024.

Los alumnos no solo podrán ver sus ensayos, sino que, paralelamente, Oyonarte realizará talleres de danza con ellos para que la entiendan y vivan más. Entre las actividades que habrá, los cursos de primero y segundo realizarán un taller de música y baile con un guitarrista y los de tercero y cuarto recibirán un taller de danza sobre corresponsabilidad donde aprenderán una coreografía. «Es una manera de hacer que los niños puedan vivir el arte desde otra perspectiva diferente y vean este proceso creativo hasta llegar a un resultado final», concluyó.