EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Miércoles, 24 de noviembre 2021, 01:03
Agentes de la Policía Nacional detuvieron al vecino de la calle Espronceda, de El Llano, acusado de disparar siete balas desde el interior de su piso al descansillo del edificio. Consciente de que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional ... le pisaba los talones, A. M., de 44 años, abandonó el refugio de una aldea asturiana donde se había ocultado el fin de semana y él mismo se entregó en la Comisaría de El Natahoyo.
Publicidad
Una vez allí, fue arrestado por los investigadores de la UDEV como presunto autor de un delito de tenencia ilícita de armas, ya que no contaba con las prescriptivas guía de pertenencia ni licencia de armas. Tras su detención se pudo recuperar la pistola empleada, que había escondido en un trastero alquilado en una calle próxima a su residencia.
El hombre pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia, cuya titular dispuso su libertad con cargos. La investigación continúa en marcha para determinar la procedencia del arma intervenida, que está siendo analizada por los técnicos de la Brigada de Policía Científica.
Los hechos, adelantados por EL COMERCIO, tuvieron lugar alrededor de la medianoche del martes al miércoles de la semana pasada, en la segunda planta del número 18 de la calle Espronceda. Los vecinos alertaron a la Policía Nacional tras escuchar los disparos y comprobar que había agujeros de bala en el rellano. Los proyectiles atravesaron la puerta acorazada de la vivienda del detenido y las balas se quedaron incrustadas en las paredes del descansillo, el ascensor e incluso llegaron a alcanzar la puerta de la vivienda contigua.
El viernes por la mañana, los agentes se personaron en el bloque de viviendas de El Llano con una autorización judicial para acceder al domicilio, temiendo que alguna de las personas residentes en ambos pisos hubiese resultado herida o su integridad física peligrase. Los bomberos posibilitaron la entrada a la Policía Nacional y los investigadores pudieron comprobar que el piso estaba vacío y en sus superficies no había rastros de sangre o evidencias de que se hubiera cometido una acción violenta contra las personas.
Publicidad
Durante la inspección intervinieron dos escopetas de aire comprimido, munición de 9 mm y varios casquillos tirados en el suelo, pero no localizaron el arma, pues su presunto dueño la había escondido en un trastero. Los agentes pudieron también comprobar que la vecina del piso contiguo estaba ausente, por lo que no solo no había sufrido ningún daño sino que ni siquiera tuvo conocimiento de los disparos.
La Policía Nacional barajó la posibilidad de que A. M., que vive solo desde que su madre falleciese hace varios años, hubiera abierto fuego desde el interior de su casa al descansillo después de que una segunda persona llamase a su timbre.
Publicidad
El suceso ha alertado al vecindario, que ya desde hace tiempo veía en el dueño de esta vivienda «una actitud esquiva y rara». «Veíamos que últimamente no estaba bien y andaba con gente extraña que sale y entra, pero nunca creímos que fuera a disparar un arma...», declararon los vecinos.
Anteriormente, la Policía identificó al mismo individuo por una pelea en el entorno del centro Calor y Café.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.