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SUSANA D. TEJEDOR
gijón.
Sábado, 8 de agosto 2020, 00:18
La controversia en torno al nombre de la avenida Juan Carlos I no tiene visos de parar. Mientras muchos vecinos respaldan mantener la nomenclatura actual, varios colectivos se han unido para conseguir el cambio. Asturias Socialista, abanderada por Nacho Morán, inició los trámites el pasado febrero para llevar a cabo esta petición formalmente, pero la pandemia supuso un paréntesis en la marcha de la iniciativa. La «huida» del Rey emérito precipitó los acontecimientos y el colectivo le ha hecho llegar una carta por registro a la alcaldesa en la que se manifiesta que es una «persona indigna de estar en el callejero de nuestra ciudad», a lo que añade que «sus escándalos familiares, el cobro de comisiones ilegales, sus cuentas opacas en Suiza... y tantos y tantos hechos infames más son argumentos más que suficientes para proceder a la retirada».
En la misiva se solicita que se adopten medidas y se lleve a cabo la modificación del nombre actual por otro «de fácil entendimiento, teniéndose en cuenta el de ilustres gijoneses». Esta petición cuenta con el apoyo de colectivos, sindicatos, comercios y partidos políticos y está respaldada por varios cientos de firmas cuyo proceso aún no ha finalizado. Uno de los defensores del cambio, la Sociedad Cultural Gijonesa, va más allá: «Lo que está en cuestión es la dignidad de una ciudad». Pedro Roldán, su presidente, cree que «para tener el nombre de una calle, el comportamiento se ha de adecuar a unos valores determinados y en el caso del Rey emérito está claro que no los cumple».
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El debate no está, dicen los colectivos defensores de la memoria, en Monarquía o República. Boni Oriz, miembro de la directiva de la Fundación Andreu Nin, cree que se confunden los términos: «Los actos de la Monarquía no pueden considerarse como asuntos personales».
La avenida Juan Carlos I abarca tres barrios. Y los vecinos se muestran muy preocupados por todo lo que para ellos les puede suponer la modificación del lugar en el que se ubican sus domicilios. El presidente vecinal de Poniente, Emilio Rico, califica de «una cacicada del Ayuntamiento, así como una falta de respeto a los vecinos afectados y una falta de formas hacia la asociación de vecinos al ni siquiera solicitar nuestra opinión como parte implicada». A Manuel Cañete, en representación de la Federación de la Asociación de Vecinos, le preocupa cómo y cuándo sería el cambio, apela al consenso de todos y anima a que se informe debidamente a los ciudadanos, especialmente a los que les afecta de forma directa. La propuesta de nombres es amplia y muy variada: «Han de salir del acerbo común», dice Cañete.
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