Las entidades contra la pobreza apoyan evaluar y rediseñar la renta social en Gijón

Entidades como Mar de Niebla, Proyecto Hombre, la Fundación Siloé, CISE, Accem, Una Ciudad para Todos y Cruz Roja consideran que con su experiencia pueden «optimizar» las nuevas ayudas sociales y llegar donde a veces la administración local no puede para el acompañamiento, orientación y motivación de las personas beneficiarias en los itinerarios de inclusión que se les marquen.

Héctor Colunga, director de Mar de Niebla, defiende la idea de «abrir un espacio de reflexión, porque el Ayuntamiento tiene recursos para ayudar a las personas que lo necesitan y de lo que se trata es que estén bien orientados para que el retorno de la inversión social sea potente».

El responsable de Accem en Asturias, Javier Mahía, considera un acierto «repensar y reflexionar» sobre el repertorio de ayudas de la Fundación y «articular un modelo de ciudad inclusiva» con el tercer sector. Además, es partidario de ampliar la mesa de trabajo a partidos políticos y a actores económicos y empresariales.

El nuevo director de la Fundación Siloé, el psicólogo Pablo Puente, opina que «cuantos más interlocutores analicen lo que ha sido la renta social se podrán conocer mejor las necesidades reales y optimizar las ayudas venideras».

Julio Jonte, presidente de Proyecto Hombre en Asturias, considera que la repercusión en el comercio local de la renta social ha sido innegable, pero también resalta que «si logramos mejorar los procesos de inserción sociolaboral de los beneficiarios de estas ayudas, si algunas de estas personas acceden con medidas de acompañamiento a un empleo, eso también va a favorecer el consumo».

«Hablaremos de mejorar la renta social, no de su desaparición». La portavoz de Podemos-Equo, Yolanda González Huergo, endureció ayer el tono tras conocer por EL COMERCIO la confirmación de los planes liquidatorios de la concejala de Bienestar Social y Derechos, Natalia González, en relación con la renta social. Y que el punto de partida del PSOE para negociar con la formación morada son un nueva línea de ayudas complementarias con una partida presupuestaria de 92.340 euros.

«Que el punto de partida de la negociación esté tan cerrado hace pensar que el equipo de gobierno no quiere dialogar, desoyendo un mandato de las urnas que no le dio mayoría suficiente», acusó Huergo. «Fuimos las primeras que señalamos que Foro tomó nuestra propuesta y la desvirtuó con su aplicación, y que debemos avanzar para mejorarla; pero entre eso y sentarnos con las condiciones puestas en la mesa hay una gran diferencia que nos habla del poco interés del gobierno en llegar a acuerdos por la izquierda», añadió.

La portavoz de Podemos recuerda que su grupo planteó la necesidad de mejorar y modificar la renta con agentes del tercer sector, profesionales del trabajo social y las propias personas usuarias, pero critica que «no es de recibo enfrentar a la ciudad con cuestiones como elegir entre becas comedor o renta social».

La formación morada destaca que, con todas sus dificultades, la renta social tuvo un impacto notable en la ciudad, ayudando a la familias. «Desde 2017 y a la espera de su evaluación, se brindó ayuda a cerca de 3.000 usuarios únicos, muchos de los cuales componen unidades familiares de más miembros, lo que hablaría de un impacto en al menos 6.000 personas», argumentó.

La gerente de la Unión de Comerciantes del Principado, Carmen Moreno, señala que teniendo en cuenta el histórico de ayudas concedidas de renta social hasta el momento la cantidad necesaria para mantener la prestación «no llegaría a 3 millones de euros al año. Serían 2,7 o 2,8. Nos extraña el cálculo de 4,5 millones que ha hecho la concejalía», apunta Moreno. La gerente de los comerciantes además celebra que el equipo de gobierno tome en consideración su propuesta de enero de 2018 de vincular la obtención de ayudas a itinerarios de inserción sociolaboral.