Encuentran el coche del gijonés que llevaba buscándolo tres días tras ingerir burundanga

No creía Luis M. que tras una comida, el pasado domingo, pudiera sentir tal quebradero de cabeza buscando su coche. Hasta tres días estuvo este gijonés intentando hallar su vehículo que había acabado perdido en el trayecto de Santurio a Gijón. Aseguraba ayer a EL COMERCIO tener una laguna de memoria provocada por la ingesta involuntaria de burundanga: «Puede ser que me echasen algo en la bebida, ahora que está tan de moda la burundanga». Aportó entonces una descripción: un Ford Fiesta de color negro, con la consiguiente matrícula, y «probablemente» una rueda pinchada. Luis entonces hacía un llamamiento desesperado para localizarlo. Una petición que dio sus frutos este miércoles, después de que un vecino de Somió obrara el milagro: encontró su coche aparcado en el acceso a una urbanización, tras haber sido conocedor de la noticia a través de este periódico.

El ciudadano comprobó que la matrícula coincidía con el vehículo que buscaban, así que llamó a la Policía Local para alertarles. «Me picaron los municipales en casa a primera hora de la mañana y vaya alegría, me dijeron que lo habían localizado en Somió después de que un vecino leyese la noticia y llamase», dice Luis M., para quien las vacaciones de Navidad pendían de un hilo. «Bien pensé que no podíamos marchar...», se resignaba.

El gijonés, ya repuesto de la dura jornada que vivió el domingo, explicaba que «había estado peinando esa zona con la moto, pero claro, en esa calle pequeña no había llegado a mirar, casi, casi pasé por delante». Llamó a la grúa municipal. Tampoco estaba en el depósito municipal. «Robar me parecería raro porque tenía una rueda pinchada y creo que cerrado, las llaves por lo menos las tengo yo...», intenta razonar. «Parece que lo tragó la tierra, que se haya esfumado, por eso pido ayuda para ver si alguien lo ha visto y me sabe decir dónde lo puedo recoger», dice este gijonés a quien la comida de navidad con amigos le dejó sin memoria. Y sin coche. Afortunadamente la historia se quedó en un susto y logró recuperarlo. Final feliz.

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