La empresa del pádel reclama en los tribunales un millón de euros al Chas

El último episodio se vivió ayer con la presentación por parte de la empresa del pádel de una demanda contra el Chas en la que pide que se condene a la entidad hípica a pagarle «en concepto de cláusula penal» la cantidad de un millón de euros por incumplimiento del contrato. Jesús Kocina, a la vez que decidía rescindir el contrato de referencia, impedía la entrada de los responsables de Chas Pádel en el club e, incluso, fueron desalojados por el Cuerpo Nacional de Policía.

Las diferencias irreconciliables entre el Chas y la sociedad del pádel en absoluto son nuevas. La negativa de la entidad hípica a que los segundos pudieran hacer uso de los derechos que les otorgaba el contrato que tenían en vigor llevaron a Chas Pádel a presentar una demanda, que se cerró, con sentencia firme a su favor de la Audiencia Provincial de Asturias de fecha 25 de mayo de 2017. En ella se condenaba al Chas «a elevar a escritura pública el contrato privado de fecha 30 de octubre de 2013..., bajo apercibimiento de que, en caso contrario, se ejecutará mediante sustitución». El Chas, hasta la fecha, no ha cumplido la citada sentencia, lo que ha motivado, casi un año después, que Chas Pádel demande en los tribunales que la entidad hípica le abone el millón de euros de la rescisión previstos en el citado contrato.

Este nuevo episodio legal se enmarca dentro de una situación en el Chas que, en los últimos años, ha estado marcada por la inestabilidad económica, con procesos concursales y, por momentos, con un serio riesgo de desaparición de la entidad. La sociedad Ganax se hizo con una franja de terreno, aún no escriturada, de 19.000 metros cuadrados al costado de la avenida del Doctor Fleming y, de esta forma, salvó en primera instancia la deuda del Chas. Como queda dicho, una parte importante de esa misma franja es, a la vez, propiedad en uso por 25 años, y por sentencia judicial firme, de Chas Pádel, aunque Jesús Kocina no reconoce tales derechos. La discrepancia es evidente y se refleja hasta en las diferentes interpretaciones que hacen ambas partes en los beneficios de la explotación de las pistas de pádel y de tenis ya existentes en la sociedad hípica. Unos y otros se acusan de impagos, deudas e incumplimientos, si bien la Audiencia Provincial dejó claro que el Chas debía de cumplir con el contrato firmado en su momento.

Ahora, la nueva demanda presentada ayer contra el Chas deberá dilucidar si la entidad hípica tiene que pagar a Chas Pádel un millón de euros por la rescisión del contrato, cantidad que, como es obvio, caso de producirse esa sentencia, no está en condiciones de abonar. De hecho, ya a mediados del pasado año, Jesús Kocina les comunicó en asamblea a los socios de la entidad que sería Ganax quien se haría cargo de llegar a un acuerdo con la empresa del pádel (incluso llegó a plantear un acuerdo económico que fue considerado como «irrisorio» por Chas Pádel), a la vez que también afrontaría unas importantes obras de mejora en el club hípico a cambio de llevar adelante la explotación de su gestión lúdico-deportiva. El Chas, se dijo, saldría limpio y saneado de todo ese proceso.

Pasados más de nueve meses, ninguna de las dos cosas se han llevado adelante. De hecho, en la asamblea de socios que hoy tiene convocada, el presidente, según declaró días pasados, tiene pensado plantear a la masa social el mismo plan de hace unos meses, pero con cambio de protagonista: en lugar de Ganax será, según apuntó, la cadena Metropolitan. Esta última invertiría en renovar el club y pagaría a la empresa del pádel una hipotética indemnización millonaria, a cambio de la gestión de una franja del Chas de unos 15.000 metros cuadrados.

De momento, lo único cierto es que la batalla legal sigue abierta, que Chas Pádel no renuncia a sus derechos de contrato, que Jesús Kocina no se los reconoce pese a la sentencia judicial y que Ganax dispone de 19.000 metros cuadrados mutilados durante al menos 20 años. Los socios hoy tendrán la última palabra.