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P. SUÁREZ
GIJÓN.
Miércoles, 20 de marzo 2019, 03:29
El abogado Eladio de la Concha será, salvo cambio de última hora, candidato de Vox a la Alcaldía de Gijón. Su nombre, que llevaba tiempo sonando con fuerza, será finalmente, a falta de cerrar unos pocos flecos con el Comité Nacional, el que encabece la lista del partido conservador. Junto a él se presentará también como número dos la hasta ahora secretaria de Vox en Gijón, Laura Arroyo. Ambos serán presentados oficialmente mañana, en un acto ante militantes y simpatizantes que tendrá lugar en el centro municipal de La Arena bajo el lema '100 medidas de Vox para España' y en el que también estará presente el presidente de Vox Asturias, Rodolfo Espina.
De la Concha, que ya sonó hace cuatro años para la candidatura a la Alcaldía del PP antes de la designación de Mariano Marín, es conocido por múltiples facetas en su ciudad natal. Abogado en ejercicio desde hace más de 25 años, es socio del Rotary Club desde finales de 2004, entidad que llegó a presidir en 2011. Es además el sexto de una numerosa familia de trece hermanos. Numerosa y destacada, tanto por su padre, ya fallecido, el médico, político y mecenas Eladio de la Concha, como por su madre, Matilde García-Mauriño, novelista.
El recién nombrado candidato tratará de encabezar un proyecto político que, de confirmarse el crecimiento en votos, ampliaría a cuatro los grupos en el Ayuntamiento que compiten en el mismo nicho electoral.
Pese a que todavía es pronto para comenzar a hablar de los posibles pactos postelectorales, desde Vox Asturias cerraban la puerta a un posible acuerdo con el Partido Popular. Su presidente, Rodolfo Espina, salía hace unas semanas al paso de unas declaraciones realizadas a EL COMERCIO por el candidato popular Alberto López-Asenjo, en las que preguntado por posibles confluencias señalaba que «Foro, como Vox, es una escisión del PP. Somos de la misma raíz y haciendo las cosas bien son corrientes de opinión que se podrán aglutinar en una sola familia». Espina aseguró al día siguiente que su partido «no es una escisión de nada ni de nadie y no comparte las raíces podridas de un PP que con Rajoy al frente puso en serio riesgo la unidad de España», por lo que el hipotético pacto parece enfriarse.
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