TAhmed Abounaim desciende de su coche, aparcado en una plaza reservada para discapacitados.. DAMIÁN ARIENZA

«El dinero para aparcar en la zona azul de Gijón lo tendré que quitar de la rehabilitación»

Tres gijoneses con discapacidad señalan el «esfuerzo económico» que les supondrá pagar la ORA: «Van a por los más vulnerables. No es justo»

Jueves, 31 de marzo 2022, 02:22

La entrada en vigor mañana de la nueva ordenanza de movilidad traerá consigo una medida que el colectivo de personas con discapacidad y movilidad reducida de Gijón -unas 3.000- considera «injusta» y hasta cierto punto «discriminatoria»: ya no podrán aparcar gratis en la zona azul. Será la única ciudad asturiana en que tendrán que pagar para hacer uso de las plazas reguladas por la ORA. La opción que les queda -obviamente, cuando no encuentren libre una de las más de 600 plazas reservadas para ellos que existen en la ciudad- será pagar el tique. Eso, o sacar la tarjeta de residente por 45 euros.

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Ahmed Abounaim, de 53 años, y Tomás Rubio, de 65, ambos vecinos de La Calzada, se resisten a hacerlo. Al igual que Eduardo Corona, aún están digiriendo la noticia de que el Ayuntamiento de Gijón elimina la exención del pago de la ORA al colectivo y confían en que las organizaciones que les representan -la Unión de Discapacitados de Asturias (UMA) y Asociación de Enfermos Musculares del Principado (Asempa), ambas dentro de Cocemfe- consigan hacer fuerza y revertir un beneficio del que venían disfrutando desde hace casi dos décadas. Ellos lo llaman «derecho».

Y que se lo hayan retirado «es un gesto que demuestra mucha insolidaridad e insensibilidad. Sinceramente, no me esperaba esto. Confío en que rectifiquen», lamenta Ahmed Abounaim. Padre de familia numerosa -tiene tres hijas entre los seis y los 14 años-, los únicos ingresos que entran en su casa son los suyos. Y no llega a mileurista. «El Ayuntamiento habla de que los 45 euros de la tarjeta son apenas doce céntimos al día. Para ellos igual no es mucho, pero para mí es un carro de la compra», compara.

Eduardo Corona y su mujer, Natalia, en la zona centro. Abajo, Tomás Rubio. A. GARCÍA | D. ARIENZA

En casa de Eduardo Corona «tenemos pocos ingresos, más allá de mi pensión» y esta da para lo justo. Además de los habituales de cualquier hogar, en el suyo de Trubia hay que añadir cada mes los gastos de la medicación o la rehabilitación... «Vas sumando y son muchos gastos». Él, que se está pensando lo de sacar la tarjeta de la ORA, asegura que «el dinero para aparcar en zona azul lo tendré que quitar de la rehabilitación».

«Yo, de momento, me niego a sacarla. 45 euros para nosotros sí es un dineral. Las pensiones son mínimas y los gastos de las personas discapacitadas un suma y sigue. Cuando te das cuenta, no te da. Últimamente vamos con el agua al cuello», habla en nombre de todo el colectivo Tomás Rubio. El también vicepresidente de Asempa pide al equipo de gobierno «que se ponga en la piel de los demás, que piense en los más vulnerables» y dé marcha atrás.

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Él, que camina con bastón y solo distancias cortas debido a una enfermedad neurodegenerativa muscular por el que le han reconocido un 65% de discapacidad y que «va a más», apunta otra cuestión: «Aparcamos en zona azul porque no hay suficientes plazas reservadas. Si no tienes la tarjeta y tienes que sacar el tique, piensa en lo que le cuesta a una persona con muletas desplazarse hasta el parquímetro, sacar el tique, ponerlo en el coche y luego ir a donde tuviera que ir. No piensan en el trastorno que nos ocasionan», se queja.

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