«Me dijo que le diera el dinero, que lo necesitaba para droga»

Con toda la serenidad que le fue posible, la estanquera intentó disuadir al joven: «Le dije que no siguiera, que lo pensara, que iba a acabar en Villabona, a lo que me respondió que eso era lo que quería. Entonces vi que no estaba bien». Al final, la mujer se atrevió a hacerle una oferta: «Tengo 50 euros, nada más», le planteó. «No le podía decir que no tenía dinero porque cuando entró vio cómo los clientes que entraron antes que él me pagaban con un billete de cincuenta», relató. «Se lo di y me dijo: señora, parece usted buena persona. Luego se fue», añade la estanquera, ya sin poder contener las lágrimas. «Hoy no podré dormir, llevo ya muchos atracos y robos en los 22 años al frente del negocio», recalca. Recuerda con especial temor la ocurrida el año pasado. «A última hora, entraron dos encapuchados y me pusieron en el pecho un cuchillo de grandes dimensiones... fue espantoso», lamenta.

Con los 50 euros en la mano el atracador abandonó huyó en vehículo que, según confirmó Policía Nacional, había sustraído poco antes en el Polígono de Pumarín. Su escapada duró a penas media hora. La Policía Local lo localizó cuando circulaba en una furgoneta Renault Express por la avenida de las Industrias, en La Calzada. Los agentes observaron que iba a una velocidad muy reducida y tras saltarse un semáforo en rojo le dieron el alto. Su actitud denotaba que había consumido alguna sustancia psicotrópica, con las pupilas dilatadas y balbuceante. Y al pedirle la documentación, el hombre emprendió la huida. Fue interceptado en la calle Margarita Xirgu, en La Algodonera. Y tras comprobar con la Policiá Nacional que coincidía con la descripción del atracador del estanco y confirmar que era la misma persona fue detenido. V. B. V. tiene 35 años y se le imputa robo con violencia, sustracción de vehículo y delito contra la seguridad vial.