Dos detenidos tras robar en una sidrería de Gijón donde se dejaron olvidada una mascarilla

Todo sucedió a las 4.17 horas, cuando a la propietaria, Verónica Rodríguez, le saltó la alarma en la aplicación del móvil. «Habíamos cerrado poco después de la una. Cuando me saltó la alarma llamé a la Policía, y me confirmaron que habían entrado en la sidrería. Con la tapa de la alcantarilla rompieron una luna y destrozaron la máquina tragaperras, aunque solo se llevaron las monedas. Calculo que serían ochenta o cien euros», indicó resignada.

La Policía se puso a investigar de inmediato y logró detener a dos personas como presuntas autoras del robo. No obstante, ante la posibilidad de que hubiera más implicados, los investigadores analizaron tanto la tapa de alcantarilla como unos objetos dejados por los ladrones en el lugar del robo, como una mascarilla, un cortafríos y una bayeta. «Es gente del barrio, son conocidos», aseguró Verónica Rodríguez, quien apuntó que su local llevaba más de dos años sin sufrir ningún robo, aunque desde la apertura del negocio, hace nueve años, les entraron ya «ocho o nueve veces».

En los últimos meses se vienen registrando varios hechos similares en El Natahoyo y La Calzada (también se están produciendo hechos similares en Luanco). Sin ir más lejos, el 28 de febrero se utilizó el mismo método para robar la recaudación de la caja registradora y de las máquinas tragaperras en una cafetería ubicada en la calle Bailén. La peculiaridad del caso registrado ayer fue que tuvo lugar de madrugada, ya que mientras estaba en vigor el toque de queda los ladrones actuaban poco después del cierre de los negocios, generalmente entre las ocho y las diez de la noche. Ya en diciembre había sido arrestado un vecino de la zona oeste al que se le imputaban al menos seis robos, mientras que a principios de marzo se detuvo al autor del caso de la calle Bailén.

El año pasado también se utilizó el método del 'alcantarillazo' para robar en peluquerías, tiendas de informática y supermercados. Pero si durante la pandemia sanitaria hay un gremio que ha sido blanco preferido de los ladrones es el de la hostelería. La situación llegó hasta tal punto que los hosteleros de La Calzada se llegaron a movilizar en demanda de mayor vigilancia policial ante la proliferación de los robos en sus establecimientos, pues en dos semanas se llegaron a registrar hasta una decena de casos.

Aunque la gran mayoría de estos sucesos tuvieron lugar en La Calzada, con motivo del aumento de la presión policial los cacos se desplazaron hacia Laviada y El Llano, aunque ahora han vuelto a actuar en la zona oeste de la ciudad. «Van directos a las máquinas. Se marchan con los cajones de las monedas», relató Verónica Rodríguez, que dio gracias a que no causaran más daños.