La desarticulación de Los Trinitarios partió de las denuncias de sus propios padres

La 'operación Estilete', que permitió la detención en julio de trece presuntos miembros de la banda de Los Trinitarios y el desmantelamiento del capítulo del grupo criminal en Gijón, partió de la denuncia de los padres de varios menores tras fugarse de sus casas. Fueron sus propios progenitores los que alertaron a la Policía Nacional de que sus hijos podrían estar relacionados con alguna banda juvenil. Habían apreciado un cambio de comportamiento en los últimos tiempos, coincidiendo con su relación con otros jóvenes que tendrían un carácter violento y asocial.

Esas ausencias de los menores de sus domicilios coincidieron en el tiempo con otras denuncias por parte de chicos que manifestaban haber sido víctimas de palizas, principalmente en el barrio de El Llano, donde Los Trinitarios se reunían habitualmente en un edificio abandonado. Ambas líneas de investigación se cruzaron hasta que los agentes de la Brigada de Información determinaron que la peligrosa banda juvenil contaba con un capítulo (una excisión) en Gijón.

Cuatro de los arrestados tienen entre 18 y 21 años y el resto, entre 15 y 17. Son colombianos, brasileños, dominicanos, ecuatorianos, venezolanos, un ucraniano y cuatro chicas españolas. La mayoría son inmigrantes de segunda generación: o bien han nacido ya en España o llevan radicados en el país desde su infancia.

En el transcurso de las pesquisas policiales la Policía pudo constar que el individuo que ejercía de líder de la banda en Gijón era un chico de nacionalidad dominicana que ideaba y ordenaba al resto los ritos de iniciación para ingresar en Los Trinitarios, entre los que se incluían agresiones a otros jóvenes y la ejecución de robos para aportar dinero al grupo criminal. El procedimiento continúa en el juzgado de Instrucción. En las próximas semanas están citadas a declarar las víctimas de las agresiones, los propios detenidos y familiares. El juez decretó a mitad de junio el ingreso en un centro de internamiento para dos de los presuntos trinitarios. A otros dos les impuso una orden de alejamiento hacía las víctimas. Uno de los supuestos cabecillas fue arrestado en Madrid y se investiga su relación con episodios muy vueltos ocurridos en la capital en los que fallecieron cuatro jóvenes en enfrentamientos entre Los Trinitarios y los Dominican Don't Play, su rivales más directos.

En junio de 2010, la Policía Nacional ya había detenido en Gijón a una decena de miembros de Los Trinitarios, que se reunían a las puertas de un instituto de Pumarín.

• Temas
• Gijón
• Sucesos