El desafinado quiosco de música de Begoña

El quiosco de la música del paseo de Begoña, objeto de numerosos actos vandálicos, recibe la crítica unánime de los viandantes encuestados por EL COMERCIO, que se muestran indignados por su estado actual y se debaten entre reclamar «una reparación y limpieza íntegra» o la construcción de uno nuevo.

Para Emilio Alonso, «está reflejando la sociedad en la que vivimos en un estado de denigración total». El profesor de la Escuela de Hostelería sostiene que ha visto la evolución de este quiosco hasta convertirse «en una imagen muy marginal de la ciudad» y estar expuesto al público «como si fuera una vieja vitrina». Los intentos del Ayuntamiento de reparar los destrozos y hacer que el quiosco luzca cuando menos limpio parecen en vano, ya que pese a que a finales de 2019 se adecentó parte de la estructura, a las pocas semanas vuelven a aparecer nuevos grafitis, así como actos vandálicos más graves, como ocurrió en noviembre del pasado año cuando un individuo enajenado fue detenido por dañar a martillazos los cristales. Marcas que aún persisten.

En poco más de cinco años la plataforma de hormigón, material plástico y cristal, que sirve de escenario ha sido la diana continua de aquellos que la dañan. En 2015, su construcción costó 50.000 euros al anterior gobierno local de Foro. Y, amén de las agresiones, su estética se considera poco agraciada y desacorde con una ciudad como Gijón.

Los escenarios predecesores son recordados por Dolores Medina, quien vivió durante más de veinte años en Begoña. «Era la alegría de los domingos con su música». Medina considera que el espacio actual se encuentra en un estado «lamentable» hasta el punto de que «el quiosco está para derribar o para ponerle una bomba y rehacerlo de nuevo totalmente», sentencia. A su juicio, «no se está invirtiendo lo necesario en los bienes de la ciudad».

Por su parte, Patricia Álvarez plantea una renovación con un proyecto de cultura urbana: «Si no pueden arreglarlo en condiciones, al menos que dejen repintarlo con artistas urbanos». Según indica, «los martes siempre se juntan un montón de críos y la Policía los echa, pero vuelven otra vez, con lo que no dejan hacer un uso adecuado».

Ante esta situación, María Martínez pide que «haya un refuerzo en las penalizaciones», pues, a su juicio, «parece que estamos en el Nueva York de los años setenta con tanto vandalismo por las calles». Esta vecina piensa que una posible solución sería «una reforma íntegra del espacio donde solo se deje el techo como una pérgola». Además, invita a replantear su accesibilidad, pues «el acceso libre solo incrementa el nivel de vandalismo». Con ello, considera que «se está convirtiendo en un vertedero abandonado lleno de suciedad».

Eva Baragaño, quien camina habitualmente por Begoña, subraya «el abandono» de la estructura. A su vez, opina que «su estética no es la más adecuada para un elemento cultural». Sobre una posible reparación, juzga «difícil luchar contra los actos vandálicos porque llevan infinidad de veces reparándolo y siguen destrozándolo los mismos».

Recientemente, la Concejalía de Mantenimiento y Obras públicas ha informado de un posible proyecto para la renovación completa del quiosco de la música que contará con un presupuesto de 65.000. No obstante, aún está por determinar.