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Unas obras siempre son molestas. Máxime si estas se extienden en el tiempo. Lo saben bien los vecinos del entorno de la avenida de Pablo Iglesias que, con mayor o menor intensidad, las llevan sufriendo desde hace trece meses. Pero, en este caso, con ... el añadido de que el resultado de los trabajos de remodelación para la creación de un carril bus y el ensanche de aceras, a costa de la pérdida de gran parte de los aparcamientos, no les está dejando plenamente satisfechos.
El listado de deficiencias señalado por los vecinos es amplio, pero hay determinadas cuestiones recurrentes. Entre las recogidas por la plataforma Esto Ye Ciares, las que más se repiten son la presencia de baldosas sueltas o mal colocadas –con espacios entre plaquetas «de hasta tres centímetros en los casos más exagerados», señalan–, una iluminación insuficiente, un estrechamiento de la acera en varios puntos y hasta «destrozos» en las fachadas de algunos negocios de la avenida.
Comerciantes y hosteleros han sido, en su mayoría, grandes perjudicados, con evidentes pérdidas de facturación y consecuencias como, en el caso de algunos negocios de hostelería, ver reducido o directamente privados de espacio para ubicar terrazas. Este último caso, denuncian los vecinos, es lo que ha ocurrido con la ubicación de la parada de autobús Rendueles Llanos justo «en la puerta de un negocio de hostelería».
Cuestión aparte es la relativa a los contenedores, que desde la plataforma se planteó ubicar en la zona norte de la avenida para evitar así los retranqueos en la zona sur de Pablo Iglesias y «el consiguiente estrechamiento de la acera». Una acera que, critican, también es ahora más estrecha en la zona comercial de Ceares, en el tramo de la avenida comprendido entre Hermanos Felgueroso y la calle Peñalba.
Respecto a la ejecución del proyecto, la plataforma vecinal hace incidencia en las deficiencias que ya han provocado tropezones y caídas de peatones. «Hay huecos de hasta cuatro centímetros entre las baldosas y los bordillos», «baldosas montadas» y otras con una «separación exagerada», lo que supone «una dificultad añadida para los usuarios de carritos de niños y sillas de ruedas». También señalan lo que consideran una «pésima ejecución» en los «cambios de nivel de la acera», esto es, en las salidas de los garajes, los pasos de peatones o los entronques con las calles perpendiculares a la avenida de Pablo Iglesias.
En cuanto a la iluminación, la queja es común: «De noche, no se ve nada». Y ello, como consecuencia de que «las farolas solo tienen una luminaria, que ilumina la calzada» y deja en penumbra las aceras.
Sardalla Española y Arposa 60, contratas encargadas de la reforma, tienen como fecha límite el miércoles 17 para entregar la parte de las obras que corrió de su cuenta. Cabe recordar que los trabajos los inició la Empresa Municipal de Aguas (EMA), en marzo del año pasado, abriendo zanjas a lo largo de toda la avenida para renovar la red de abastecimiento y saneamiento. Y ahora mismo es el Servicio de Obras Públicas del Ayuntamiento de Gijón el que está llevando a cabo la pavimentación de la calzada tanto de día como de noche, lo que ha causado no pocos trastornos a los conductores que usan esta vía.
Si las adjudicatarias sobrepasaran ese último plazo dado por el Ayuntamiento para entregar las obras, se les impondrá una sanción de 615 euros por cada día de demora.
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