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IVÁN VILLAR
GIJÓN.
Lunes, 2 de septiembre 2019, 01:49
«Ya se ha acabado todo el presupuesto». La concejala de Bienestar Social y Derechos, Natalia González, confirmó a EL COMERCIO que los 1,8 millones de euros con los que se dotó la tercera convocatoria de la renta social municipal ya están asignados ... a sus beneficiarios, por lo que no se van a conceder nuevas ayudas a pesar de que hay más de 1.800 solicitantes aún pendientes de respuesta. Nueve meses después de que se cerrara el plazo de solicitud, los técnicos de Servicios Sociales siguen valorando las peticiones recibidas, si bien una vez agotados los fondos disponibles «de lo que hay que hablar ya es de la denegación de todas las que se quedaron sin presupuesto».
Tras la última resolución publicada hace ya dos meses, que suponía el vigésimocuarto listado de concesiones y denegaciones desde que en diciembre se entregaron las primeras ayudas de esta convocatoria, aún quedaban sin asignar algo más de 63.000 euros. Y según González ya tienen dueño, a pesar de que no se ha dado a conocer todavía la última tanda de concesiones. En cualquier caso, teniendo en cuenta el promedio de las ayudas aprobadas hasta el momento, se estima que ese dinero alcanzaría para una treintena de beneficiarios. Con ellos el número total de perceptores apenas llegaría al millar (hasta julio iban 946) y el de solicitantes que ya han visto resuelto su expediente, tanto de forma favorable como desfavorable, se elevaría hasta los 2.275.
Pero fueron más de cuatro mil las personas que durante varios días abarrotaron los centros municipales para pedir esta ayuda, que se decidió conceder por estricto orden de registro hasta agotar el dinero disponible. Ese momento ya ha llegado y aproximadamente 1.800 aspirantes a la renta social se ven descartados directamente por falta de presupuesto, al margen de que Servicios Sociales sigue analizando su documentación para determinar cuáles de ellos cumplían los requisitos para cobrarla.
La cifra ronda el 45% de las solicitudes. Es decir, más de cuatro de cada diez candidatos a la ayuda no la percibirían ni aunque su situación se ajuste a lo que establecían las bases de la convocatoria, pues quienes les precedían en la cola ya han dejado los fondos a cero. De hecho, aunque el plazo de solicitud estuvo abierto desde el 6 de noviembre hasta el 5 de diciembre, nadie que hubiera rellenado la correspondiente petición el 10 de noviembre o en fechas posteriores va a cobrar la renta social. Y de las 411 personas que lo hicieron el viernes 9 de noviembre, solo la percibirán las más madrugadoras que cumplan los requisitos -de ese día solo aparecen en las resoluciones ya publicadas 113 personas, casi la cuarta parte de las que acudieron a los centros municipales-. Esto significa que aunque los interesados tenían todo un mes para pedir la renta social, el presupuesto únicamente ha alcanzado para quienes lo hicieron en los tres primeros días y medio, jornadas en las que incluso hubo que ampliar el horario de apertura de alguna oficina de atención al ciudadano dada la avalancha de solicitantes.
El anterior equipo de gobierno aseguraba ser consciente de que la dotación económica de esta tercera convocatoria resultaba insuficiente para la demanda prevista. Pero defendía que los solicitantes que, cumpliendo los requisitos, se quedaran fuera únicamente por falta de fondos pasarían de oficio a una cuarta convocatoria, en la que tendrían prioridad para el cobro. Así constaba de hecho en las bases del programa de ayudas, aunque con una salvedad: solo se aplicaría esa condición si la nueva convocatoria se hacía «en un periodo inferior a seis meses desde la finalización del plazo de presentación de solicitudes de la actual». Es decir, que la nueva tanda debería haberse aprobado como muy tarde el 5 de junio. Y no solo no ocurrió, sino que tampoco está claro que vaya a haber más convocatorias.
La puesta en marcha de la renta social, cuyas ayudas se entregan en una tarjeta que permite comprar en comercios de la ciudad unos productos determinados, fue fruto de la negociación entre Foro, Xixón Sí Puede e IU para la aprobación de los presupuestos municipales de 2017. Pero el resto de grupos siempre se han mostrado críticos con su concepción. Entre ellos el PSOE, ahora en un gobierno de coalición con IU en cuyo acuerdo programático no se hace mención expresa a ella. Únicamente a una «revisión del catálogo de prestaciones sociales para adecuarlo a las nuevas necesidades, ampliando servicios existentes o desarrollando nuevos servicios».
La propia concejala de Bienestar Social elude aclarar el futuro de este programa. «No digo ni que vaya a seguir existiendo ni que no. Lo que haremos el próximo año será una evaluación de lo hecho hasta ahora, una revisión de todas las ayudas de la fundación para hacer un planteamiento general con todas ellas», apuntó.
A la espera de que se publique la resolución con la que se agotará el presupuesto, el porcentaje de concesión entre las solicitudes ya valoradas es del 42% (946 ayudas aprobadas y 1.299 rechazadas). Cuatro de cada diez beneficiarios (396) han percibido la ayuda máxima de 2.500 euros. Entre las solicitudes rechazadas, un 37% fue por tener más ingresos de los permitidos y otro 29% por haber sido beneficiarios de la segunda convocatoria en 2017.
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