Los cuatro detenidos por violación en Gijón niegan los hechos y declaran que el sexo con las dos jóvenes fue consentido

Los cuatro jóvenes de nacionalidad portuguesa detenidos la madrugada del viernes al sábado como autores de una presunta violación múltiple declararon ayer alrededor de la dos de la tarde ante la jueza de guardia, María Luz Rodríguez Pérez, y la fiscal. Lo hicieron asistidos por abogado e intérprete. Los lusos, todos ellos menores de 30 años, defendieron ante la magistrada su inocencia, negaron los hechos delictivos que se les imputan y aseguraron que las relaciones sexuales con las dos jóvenes de 22 y 23 años que les han denunciado fueron consentidas. Declararon que no utilizaron fuerza ni violencia para someter a las mujeres en contra de su voluntad, como se les acusa.

Tras escuchar su versión de los hechos, la magistrada que se encarga del caso, sustituta de la titular del Juzgado de Instrucción número 5, decidió prorrogar el arresto judicial de los cuatro detenidos al considerar que falta documentación clave (atestados, partes médicos y practicar más testificales) para tomar una decisión. Los jóvenes llevan en los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional, adonde ayer fueron devueltos, desde el pasado sábado a las ocho de la mañana.

Los cuatro portugueses tendrán que acudir hoy otra vez al juzgado para el reconocimiento y corroboración de denuncia que, en su caso, hagan las dos supuestas víctimas, una gijonesa y una vasca vecina de Vergara (Guipúzcoa) que aseguran haber sufrido una encerrona y haber sido forzadas sexualmente en contra de su voluntad. Ellos ya no tendrán que declarar otra vez, pero se espera que sea un día clave en función de lo que testifiquen en sede judicial las dos amigas que supuestamente fueron golpeadas y emboscadas en la habitación de un apartamento turístico de la calle Pedro Duro para tener relaciones sexuales con todo el grupo de varones. Cuatro jóvenes de origen portugués que acababan de llegar a la ciudad cuando tuvo lugar este suceso que, a falta de que se esclarezcan los hechos, ha conmocionado a todo Gijón.

Según se desprende del relato aportado por las víctimas en su denuncia y de los datos aportados por la Policía Local de Gijón, que fue la primera en intervenir, la secuencia de los hechos comienza cuando las dos chicas conocieron a un joven portugués en un conocido bar de copas del Muelle. Habrían entablado contacto con él antes a través de la red social Instagram. Ambas accedieron a la propuesta del luso para alargar la noche de diversión en el hotel Albor de Gijón, donde este varón dijo que se alojaba. Por el camino hacia el establecimiento del barrio del Carmen se les unió otro joven y, al llegar a la habitación, se encontraron con otros dos hombres que, presuntamente, las agredieron físicamente y obligaron a mantener relaciones sexuales con todos ellos.

Después de consumarse la presunta violación múltiple, una amiga de las dos chicas, a la que éstas habían logrado alertar de lo sucedido, acudió a pedir ayuda a una pensión de la calle El Carmen número 19 donde creía que estaban retenidas y dio aviso a la Policía Local de los graves hechos. A partir de ese momento se estableció un importante despliegue policial en el perímetro del hotel para dar con los autores. Se sumaron a los vehículos de la Policía Local dotaciones Z del Cuerpo Nacional de Policía. Entre las siete y las ocho de la mañana algunos testigos vieron salir esposados a los jóvenes portugueses de un portal ubicado en el número 16 de Pedro Duro e introducirlos en coches policiales. Al parecer, estaban durmiendo cuando los agentes entraron para detenerles en el apartamento turístico donde se encontraban, situado en la segunda planta.

Las dos mujeres presuntamente agredidas sexualmente, tal y como adelantó EL COMERCIO, están siendo atendidas por especialistas del centro de crisis para víctimas de agresiones sexuales. Este centro ha puesto a disposición de las dos amigas los servicios de una psicóloga y una abogada, que se han desplazado hasta el domicilio de Gijón donde se encuentran ambas. Desde que abrió este centro el 25 de noviembre del pasado año a estas instalaciones de atención inmediata, con sede en Oviedo, han acudido una media mensual de doce casos de ataque contra la libertad sexual de las mujeres.

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