Crimen en Gijón a plena luz del día

«Llevaba un mes que se le notaba muy nervioso»

Vecino de Contrueces «de toda la vida» desde hacía varios años vivía en un piso que alquila habitaciones. Desde que se había separado de su exmujer. Allí hacía «una vida normal, siempre se encargaba de hacer la comida y siempre muy dispuesto. Salíamos por las tardes a tomar algo y nunca jamás le vi una palabra más alta que otra, nunca tuvo un problema con nadie que yo sepa, estoy muy impactada», acertaba a decir la inquilina del piso, quiene sabía que «tenía algún problema económico, estaba angustiado y estaba intentando que le subiesen el sueldo en el trabajo porque decía que a sus compañeros le habían subido y a él no». Habría sido precisamente un móvil económico el que motivó el ataque mortal a Francisco Javier Rodríguez Tobajas al mediodía del miércoles, con un cuchillo de grandes dimensiones que llevaba dentro de una bolsa de plástico.

Felipe A. R. trabajaba como carnicero desde hacía cinco años en la calle Uría y «nunca había dado un solo problema, al contrario». «Era un empleado cumplidor y formal, nunca hubo nada raro. El miércoles por la mañana no se presentó y creímos que estaba enfermo hasta que por la tarde vinieron la exmujer y su hija para comunicarnos que no iba a volver porque se había metido en un problema muy gordo», explicaba ayer el dueño del negocio.

Quienes fueran antaño sus compañeros del colegio de Contrueces, que conocen a Felipe desde pequeño, se mostraban ayer estupefactos tras reconocerle en la foto publicada por EL COMERCIO. «Estamos que no nos lo creemos, es la típica persona tranquila, nada conflictiva, siguió viviendo en el barrio y aparentemente seguía como siempre. No sabemos qué le pudo pasar por la cabeza», señalaban.

La principal línea de investigación que sigue la Policía Nacional es que el presunto asesino habría estado planificando el ataque desde hacía tiempo y ya habría merodeado por las inmediaciones el día antes del crimen. La mañana del miércoles no acudió a su puesto de trabajo en la carnicería, como hacía cada día, y puso rumbo a la calle Campo Sagrado, comprobó que Francisco Javier Rodríguez Tobajas no se encontraba en el interior de la inmobiliaria. Le esperó agazapado entre dos coches y cuando su objetivo llegó en el coche de empresa, se dirigió directamente, abrió la puerta del conductor le asestó varias cuchilladas. La víctima logró salir del vehículo, herido de muerte, y se derrumbó en la acera en medio de un gran charco de sangre.

El atacante contempló la escena, volvió a meter el cuchillo en una bolsa de plástico, permaneció inmóvil junto al cuerpo y a continuación echó a caminar en dirección la calle Ramón y Cajal. Fue detenido minutos después por agentes de la Policía Local.

El arrestado por el asesinato de Ceares pasará previsiblemente hoy a disposición del juzgado de guardia de Gijón, Instrucción número 3, cuyo titular, Julio Martínez Zahonero, acudió en persona al escenario del crimen para autorizar el levantamiento del cadáver.