«Hemos pasado mucho miedo e impotencia»

A Óscar Fresno Riva, director de la residencia de Nuestra Señora de Covadonga, aún se le llenan los ojos de lágrimas recordando cómo afrontaron en la residencia la lucha contra la pandemia. «Si bien en la primera ola fuimos capaces de mantenernos con cero contagios, la segunda fue especialmente virulenta», reconoce.

Diecinueve empleados velan por la seguridad de los 21 usuarios de la instalación geriátrica ubicada en La Providencia. Trabajadores y residentes ya están vacunados desde enero. «Hemos pasado mucho miedo e impotencia. Tomamos todas las medidas de seguridad posible y a pesar de ello no pudimos parar la ola de contagios», lamenta, afectado, el director y propietario.

«Es una pena que nos llevaremos siempre», apostillan las auxiliares de enfermería Adriana Quiroga, Laura Montes y Natalia Martínez sobre los seis fallecidos aquejados por la covid. En las instalaciones de Nuestra Señora de Covadonga se respira un ambiente familiar. «Somos una residencia humilde y pequeña. Cada pérdida se siente aún más», refiere Fresno.

Noviembre «muy oscuro»

A pesar de haber tenido «un noviembre muy oscuro», las estrictas medidas anticontagio que pusieron en marcha, ayudaron a que en tan solo 20 días consiguieran anular la presencia del virus. Personal de limpieza sanea casi de continuo las estancias, trabajadores y residentes se toman la temperatura dos veces al día y en cada esquina hay un gel desinfectante. «Le tenemos mucho respeto aunque estemos vacunados», aseveran los trabajadores. Por todo ello, el III Congreso Norbienestar, que se celebrará los días 23 y 24 de abril bajo el lema 'Aprendizajes de la crisis sociosanitaria. Cambios de modelos de atención y nuevas experiencias de trabajo', y que solo podrá acoger de manera presencial a un centenar de personas en el Palacio de Congresos del Recinto Ferial Luis Adaro, ha premiado la labor de Nuestra Señora de Begoña.

«Nos honra que el sector se acuerde de nosotros en un año tan difícil», sostiene Óscar Fresno, quien no se olvida del departamento de Salud Pública del Principado. «Su intervención ha sido extraordinaria. Nos dieron luz en un momento en el que se nos estaba cayendo el mundo encima», recuerda, aliviado, el director del centro.

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