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GUILLERMO MAESE
GIJÓN.
Viernes, 21 de agosto 2020, 01:03
No ha sido una buena costera del bonito para la lonja de Gijón. Se adelantó el cierre de la campaña, bajaron los kilos subastados y también el valor total de la pesca desembarcada. La flota descargó en la cancha gijonesa 480.685 kilos de bonito, un 10% menos que el año pasado, si bien la cifra aún dista de los 382.571 kilos de la campaña de 2018, la menos productiva de los últimos siete años.
El incremento de un 6,5% en el precio medio del kilo de bonito, que se comercializó a 4,05 euros, no logró compensar el descenso de descargas y el valor final de la pesca subastada en la lonja gijonesa cayó un 4,75% en comparación con la anterior campaña. Las embarcaciones que vendieron en la rula de El Musel, en su mayoría vascas, cántabras y gallegas, recaudaron un total de 1.945.000 euros en primera venta.
La costera comenzó diez días antes que la del año pasado, pero aún así dejó menos descargas. Según informan desde la lonja, en las últimas semanas el bonito se desplazó al norte, lo que repercutió en las capturas del final de la campaña. El bonito fue adquirido por grandes superficies asturianas, pescaderías y conserveras, especialmente asturianas y cántabras.
La costera, que tradicionalmente se alargaba hasta septiembre o incluso octubre, se acorta cada año y esta, dado el ritmo de las capturas y el escaso volumen asignado a España en las negociaciones comunitarias, ha vuelto a ser la más breve de la historia. El Ministerio de Agricultura y Pesca ordenó el cierre de la campaña el miércoles 19, al consumirse 15.032 toneladas de bonito de las 16.262 permitidas. Se reservan 1.230 por si se pudiera abrir de nuevo en fechas próximas a la Navidad.
Aún se podrán vender los últimos bonitos de las embarcaciones que no han llegado a puerto. La previsión es que a Asturias arriben hoy cincuenta embarcaciones. En total, este año participaron 613 barcos asturianos.
La costera, fundamental para el sector, «se acaba cuando el bonito se encuentra en su estado óptimo de grasa, con unas propiedades y sabores que no tiene al principio de la campaña», lamenta Isabel Pacios, gerente de la lonja gijonesa.
«La comercialización y los consumidores salen perjudicados al no haber bonito del Cantábrico disponible para el consumo. Además las fábricas conserveras han tenido que trabajar más en menos tiempo para sacar adelante la producción», insiste Pacios. Se suma a la crítica el patrón mayor de la cofradía de Gijón, Jorge Álvarez, que cree «injusto» que no se pueda pescar en lo que queda de verano.
También es crítico Adolfo García, presidente de la Federación Asturiana de Cofradías, quien lamenta que el cupo «no vaya acorde con la capacidad de nuestra flota». Añade además que es «una pena que una campaña tan importante para todo el sector pesquero y con tanto arraigo y tradición en Asturias sea cada año más corta».
Que las embarcaciones asturianas hayan regresado tan pronto podría provocar exceso de pesca en los caladeros asturianos. «No poder pescar bonito casi a mediados de agosto nos obliga a cambiar nuestros planes», apunta García.
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