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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Lunes, 6 de diciembre 2021, 00:37
La influencia de la contaminación difusa, es decir, aquella que no tiene un origen determinado y que, en la mayoría de los casos, se trata ... de materiales que se han depositado en el terreno con el paso de los años, está ganando importancia en la mala calidad del aire en el oeste del municipio. Así lo indica el 'Estudio de la naturaleza, origen y comportamiento de las partículas sedimentables atmosféricas en la zona oeste de Gijón y este de Carreño', elaborado por los investigadores Leonor Castrillón, Luis Negral, Elena Marañón, Beatriz Suárez y Rosa Lara, del Grupo de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Oviedo. El documento indica que en la zona oeste gijonesa la contribución de ArcelorMittal «explicó en torno al 40% de la disposición seca», mientras que la «resuspensión de crustal contaminado», es decir, el mineral levantado en forma de polvo por el viento y que ya se había depositado con el paso de los años, «explicó en torno al 60%».
El estudio fue culminado a finales del año pasado y entre mayo de 2019 y junio de 2020 se tomaron numerosas muestras en El Tranqueru (Carreño), el depósito de agua de la EMA en El Cerillero, El Lauredal, el Laboratorio de Sanidad Animal (Jove) y el solar de Naval Gijón. Durante el periodo analizado, los resultados más elevados se encontraron en El Cerillero, El Lauredal y Jove, pero es que en el primero de estos tres lugares se llegaron a encontrar valores de deposiciones de hasta 4.898 miligramos por metro cuadrado, fundamentalmente de hierro. Los investigadores concluyen que «se puede indicar que esta zona presenta un problema por materia sedimentable (depósitos)». En El Lauredal y Jove también se alcanzaron cantidades muy altas de este tipo de deposiciones, con 1.039 miligramos por metros cuadrado, en la primera, y 672,7, en la segunda. Los metales mayoritarios detectados fueron hierro, calcio, aluminio, magnesio, potasio, sodio y manganeso, entre otros. En El Tranqueru y Naval Gijón las cantidades recogidas fueron mucho menores.
Un aspecto que detectaron los investigadores es que en los cuatro puntos de muestreo gijoneses «la deposición seca disminuyó considerablemente durante el confinamiento», mientras que «en El Tranqueru no se apreció ese efecto». Lo cierto es que las muestras tomadas fueron analizadas mediante un microscopio electrónico de barrido, que dio como resultado que en las deposiciones se encontraran tanto partículas de tamaño grande como pequeño, inferior a 10 micras.
El estudio apunta que el problema de la contaminación en la zona oeste gijonesa se debe tanto a la influencia de ArcelorMittal como a aquellos depósitos de contaminantes que se han ido acumulando en el suelo y que se levantan por la acción del aire, es decir, la llamada resuspensión. Pero esas deposiciones de contaminantes fueron mucho más elevadas en la zona del depósito de agua de El Cerillero «por la tendencia de las partículas sedimentables a caer en las proximidades de la fuente (instalaciones de ArcelorMittal)». El estudio añade que en los muestreos realizados en El Lauredal y en Jove «se encontraron trazadores de tráfico rodado, que podrían explicarse por la resuspensión causada por los vehículos».
Pero no son esos los únicos factores de contaminación detectado en este estudio. Los investigadores aseguran que «en las estaciones de muestreo de Naval Gijón y El Tranqueru fue posible diferenciar otros factores». En la primera, solo el 36,2% de las deposiciones fueron asociadas a la acción del sínter de la factoría siderúrgica, mientras que el resto «se asoció a la contribución marina, en la que se observó cierta contaminación debido a las actividades de las inmediaciones portuarias». Una situación similar se detectó en El Tranqueru, pero una de las diferencias más llamativas es que «la contribución asociada a la combustión de biomasa aumentó en el confinamiento».
Para elaborar este estudio, se han tenido en cuenta factores que contribuyen a la dispersión de los contaminantes, entre los que se encontraban la dirección y velocidad del viento dado que las concentraciones de contaminantes aumentan cuando el viento proviene del suroeste, especialmente entre diciembre y febrero. Para las comparaciones, se hizo la caracterización química y micromorfométrica de muestras tomadas en las posibles fuentes de emisión de partículas en suspensión y depósitos en la zona de estudio. Se tomaron 35 muestras en la cementera de Tudela Veguín, la térmica de Aboño, el parque de carbones, el puerto de El Musel, ArcelorMittal y los polígonos de Tremañes.
Por otro lado, este mediodía partirá del paseo de Begoña una manifestación para protestar por la mala calidad del aire en la ciudad. Bajo el lema de 'La contaminación mata', está organizada por la Federación Gijonesa de Asociaciones Vecinales, la Plataforma contra la contaminación de Xixón, Asturies por un Aire Sano y Ecologistas en Acción.
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