La contaminación por partículas en la zona oeste de Gijón se disparó y continúa el nivel 1 de aviso

En cuanto a los datos registrados en El Lauredal, se superaron los 50 microgramos por metro cúbico de partículas PM10 entre la 1.30 y las 7.45 horas, si bien el mayor pico se detectó a las siete de la mañana, con un valor de 244. En lo que respecta a las partículas PM2,5, entre las 5.15 y las 8 horas se superaron los 30 microgramos por metro cúbico, siendo el valor más alto el registrado a las siete de la mañana y que alcanzó los 54 microgramos por metro cúbico.

Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda para las PM10 unos valores límite de partículas de 15 microgramos por metro cúbico de media anual y un calor de alerta diaria de 45. En cuando a las PM2,5, esos valores son 5 y 15 microgramos por metro cúbico, respectivamente.

El Ayuntamiento de Gijón había activado esa madrugada el nivel 1, de aviso, del protocolo de actuación ante episodios de contaminación, pero no aplicó las medidas restrictivas de tráfico. No obstante, en las carreteras de acceso a la ciudad los paneles informativos sí restringían la circulación. Es el caso del ubicado en la GJ-10, la antigua carretera a Avilés, donde se advertía a los conductores de que la velocidad máxima quedaba reducida a 90 kilómetros por hora, al tiempo que se prohibía el acceso al centro de la ciudad, y con ello al puerto de El Musel, a los vehículos pesados cargados con graneles.

El Ayuntamiento había decidido no activar medidas para reducir el tráfico debido a que el informe de predicción de intrusión de masas de aire africano emitido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico estimaba que las concentraciones de polvo en la zona norte de la Península se situaría entre 10 y 50 microgramos por metro cúbico. Por tanto, lo que sí se hizo fue notificar de la activación del protocolo al Hospital de Jove, los centros de salud de La Calzada I y II, y a la población gijonesa. Además, a las empresas con autorización ambiental integrada para que adopten medidas de reducción de emisiones y extremar las precauciones en los procesos industriales susceptibles de generar emisiones difusas. En las zonas portuarias, las empresas deben humectar permanentemente los acopios de graneles, viales y demás focos de emisión.