Un surfista intenta coger olas el pasado sábado rodeado de manchas de color marrón del vertido, en una imagen facilitada por la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies. E. C.

Moriyón admite ahora contaminación fecal que debería haber cerrado la playa al baño

La calidad del agua fue «insuficiente» en tres escaleras el domingo por altos valores de bacterias de la red de saneamiento

Marcos Moro

Gijón

Viernes, 1 de junio 2018, 02:13

La alcaldesa, Carmen Moriyón, reconoció ayer que el Ayuntamiento de Gijón se equivocó el pasado fin de semana en la gestión del incidente por vertidos contaminantes en la playa de San Lorenzo procedentes de la red de saneamiento de la cuenca este. ... La regidora asumió que se debería haber colocado la bandera roja en el arenal para prohibir el baño a la luz de los resultados analíticos obtenidos en el laboratorio. Entonó el 'mea culpa' tras la reunión del Observatorio de la Playa.

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Acompañada de la directora del área de Medio Ambiente, Clara González-Pedraz, y del gerente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), Vidal Gago, Moriyón explicó que el pasado domingo 27 de mayo se recogieron muestras en tres escaleras -la 4, la 8 y la 12- y en las tres ha salido una calificación de «insuficiente» para el baño por elevados valores de bacterias fecales que llegaron a la playa. Unos índices anómalos que se justifican por la apertura de tres aliviaderos en el entorno de la desembocadura del río Piles para el desagüe de varios colectores, una medida necesaria para evitar inundaciones en varios barrios de la cuenca este durante la tromba de lluvia, pero también por el arrastre de toda la porquería que viene aguas arriba del río desde la zona rural gijonesa.

El tope marcado por ley en parámetros microbiológicos para la bacteria fecal 'E.coli' es de 500 unidades por muestra de agua analizada y en San Lorenzo el domingo se contabilizaron 800 en las tres zonas del arenal estudiadas. El lunes se repitieron los muestreos y la presencia de estos microorganismos fecales se rebajó a 500 unidades en la escalera 12 (calificación suficiente para el baño), mientras en las escaleras 4, 8, Los Mayanes y El Rinconín se obtuvo ya la calificación de buena calidad.

La alcaldesa volvió a admitir otro fallo por no haber recogido muestras del vertido el propio sábado, el mismo día en que la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies avisó a Ayuntamiento y Principado de la suciedad y los olores pestilentes en la bahía de San Lorenzo. Reconoció que seguramente si se hubieran llevado sólidos y agua a analizar al laboratorio del momento más crítico del vertido los valores contaminantes de origen bacteriano se hubiesen disparado aún más. La regidora aseguró que no se tomaron muestras porque los bomberos, que según el protocolo actual de actuación ante este tipo de incidentes son los encargados de hacerlo, «ese día estaban a otras cosas» por las intervenciones en las que fueron requeridos en todo el concejo por inundaciones y problemas que la intensa lluvia provocó. Moriyón reconoció que a pesar de que se trabaja «con la máxima coordinación» esto debe corregirse también para que indistintamente sea el personal de salvamento de playas, el cual recoge muestras de forma ordinaria durante la campaña de controles, o los bomberos quienes realicen este encargo cuando haga falta.

Gráfico.

Asimismo, destacó que durante el pasado fin de semana «funcionaron» los aliviaderos del Piles, del mismo modo que durante la tromba de agua funcionaron las infraestructuras de bombeo de La Figar que, junto con el corte de tráfico de la calle Brasil, evitaron esta vez que el agua entrase en los locales.

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Reiteró que el olor nauseabundo en la playa no provino de materiales fecales, como sospechaban ecologistas y surfistas, sino de las bolas de grasa desprendidas de las paredes de los colectores, que, según el gerente de la EMA, «provienen fundamentalmente del de La Camocha y conocen bien de su hedor el personal encargado de la red de alcantarillado».

La alcaldesa reconoció que los incidentes se pueden repetir hasta que no se complete la red de la zona este con la conexión del pozo de tormentas que se construirá en Hermanos Castro. Con todo, volvió a negar que la playa estuviera «sembrada de heces» durante el incidente en San Lorenzo y rechazó que se pueda afirmar que la playa «es una cloaca» y que se produjera un «desastre ecológico», toda vez que la situación se ha normalizado y la calificación de la temporada de baños de 2017 fue excelente en todas las playas excepto en la escalera 12, que fue buena.

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«Los valores estuvieron 300 unidades por encima del límite aceptable para el baño», remarcó. Y aseguró que para ella el efecto de bañarse «es el mismo con unos índices de 500 que de 800» y no tiene por qué entrañar riesgos para la salud de quienes se adentraron en la mar.

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