La enfermera gijonesa toma la tensión a una indígena en una de sus múltiples estancias en la selva amazónica boliviana. A. F.

Una consulta en plena selva amazónica

La enfermera Aurora Fernández lleva quince años trabajando con la ONG Solidaridad Médica en las comunidades indígenas de Bolivia

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Domingo, 11 de abril 2021, 16:04

Aurora Fernández, gijonesa de 48 años, enfermera en el Hospital de Cruz Roja, tenía planeado volver a la selva amazónica boliviana en agosto del año pasado con la ONG Solidaridad Médica España, de la que es su delegada en Asturias y con la que viene ... trabajando allí desde hace quince años. La pandemia de la covid-19 y las limitaciones que implicó en cuanto a los desplazamientos se lo impidieron. Si la situación lo permite, su intención es realizar ese viaje este mismo año. Hay mucho trabajo por hacer. Trabajo de prevención y promoción de la salud con las comunidades indígenas del departamento del Beni, cuyo aislamiento coloca en una situación de extrema vulnerabilidad.

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Para llegar a ellas, cuenta Aurora Fernández, se organizan lo que ellos denominan brigadas sanitarias: equipos de voluntarios que, durante un mes, van visitando a las distintas comunidades. Lo hacen viajando en barca por el río y durmiendo en tiendas de campaña. A veces en los caminos. Otras en las propias comunidades.

Cuando llegan a uno de esos poblados diseminados por la selva «vemos a todo el mundo», tantos a los que están enfermos como a los sanos. Las consultas se improvisan en plena selva, donde un tronco hace las veces de mesa y las matronas se las ingenian como pueden para atender a las personas, incluso «montando tenderetes con sábanas» para poder llevar a cabo las exploraciones ginecológicas.

«Es una zona entre el Ecuador y el Trópico, en la que la sensación térmica es muy superior al calor que hace en realidad. Humedad, mosquitos... Hay que convivir con todo lo que hay, con la flora y la fauna. Es un contraste en todos los sentidos, pero el trabajo es muy gratificante y, en lo personal, te traes mucho más de lo que probablemente dejas», reconoce Aurora Fernández sobre su experiencia en Bolivia.

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Al llevar suspendidos los viajes internacionales desde el pasado marzo y no poder enviar voluntarios desde España, la ONG ha tenido que contratar personal local para continuar con sus proyectos en esa zona de Bolivia.

La covid-19 ha obligado también a introducir algunos cambios en la actividad habitual de la organización de la que forma parte, que lleva trabajando en la zona desde el año 2003. «Al principio de la pandemia se vivió la situación con mucho miedo, un poco como aquí», cuenta la enfermera gijonesa. «No sabíamos si seguir con el trabajo porque no queríamos arriesgarnos a llevar el virus a esas comunidades», explica.

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Elaborar protocolos

Desde Gijón, ella colaboró en la elaboración de protocolos de actuación y en la transmisión de información sobre la enfermedad y cómo actuar ante los contagios. Sobre el terreno, sus compañeros de la ONG han realizado charlas informativas sobre el virus y la prevención de la covid-19. Porque, aunque escasos, también en la selva amazónica boliviana ha habido contagios por el SARS-CoV-2.

Es precisamente a este proyecto -junto con el de las brigadas sanitarias o el de los talleres de planificación familiar para las mujeres y las campañas de prevención del cáncer de cuello uterino- al que la ONG dedica la subvención por valor de 80.000 euros que el Ayuntamiento de Gijón les concedió en la convocatoria de ayudas a la cooperación internacional de 2020. «Venimos recibiendo aportaciones del Ayuntamiento desde 2018, pero esta última es muy importante», destaca Aurora Fernández.

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