Joel García. J. SIMAL

Los constructores, desesperados: «La burocracia para las nuevas obras»

«Dicen que quieren salvar el empleo pero la contratación tarda al menos ocho meses por ser muy garantista», dice el presidente de la CAC

R. MUÑIZ

GIJÓN.

Lunes, 4 de enero 2021, 00:58

«Desde que se implantó la Ley de Contratos de 2018, todo son retrasos». Así de claro se manifiesta Joel García, el presidente de la Confederación asturiana de la construcción (CAC-Asprocon). La patronal denuncia que «la burocracia está parando las nuevas obras en un ... momento clave para la economía».

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«Dicen que quieren salvar el empleo en esta crisis, pero nos impiden hacerlo», refiere. «Ahora mismo una actuación que va por trámite de urgencia, el que debería ser más rápido de todos, tarda ocho meses, algo que era impensable antes», lamenta.

Un vistazo a los procesos de contratación pública confirma su impresión. El 24 de enero de 2020, por ejemplo, el Principado convocó el concurso para dar con alguien que le actualizara el proyecto para dotar a la ZALIA de un segundo enlace, con la autovía del Cantábrico (A-8) a la altura del Montico. La idea era tener ese diseño listo para cuando terminen las obras del primer acceso, de modo que pudiera darle el relevo.

El propio pliego se hizo con la idea de que para septiembre la consultora debería estar iniciando sus primeros cálculos. Se presentaron a la puja cuatro aspirantes, un número reducido y que por tanto, no debería alargar las tarea de evaluarles. Pese a ello la propuesta de adjudicación no se hizo hasta el 24 de noviembre. Es decir, el concurso ha necesitado diez meses de trabajo para dar con un ganador que, cuando firme el contrato, dispondrá de siete meses para culminar el trabajo.

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Once meses para reparar

La desproporción es evidente y abunda en las encomiendas públicas. Entre la licitación y la adjudicación de una reparación de escolleras en la carretera de Ujo al Puerto de San Isidro han pasado casi once meses.

Hay un tapón en los contratos «porque la ley es garantista hasta límites insospechados, obliga a celebrar más y más mesas de contratación y así es imposible», señala Joel García, quien previene a la administración de cara a lo que viene: «Si de verdad quieren que los fondos comunitarios ayuden a mantener empleo, hay que acabar con estos retrasos; necesitamos un decreto que recorte en una gran medida esta burocracia».

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