Gijón

Un año y medio de cárcel por matar al bebé de su pareja por el 'síndrome del zarandeo'

«Nunca pegué al pequeño, me llamaba incluso papá, lo cuidaba, lo bañaba, lo llevaba al parque...», relató ante el juez Lino Mayo Rubio, quien, sin embargo, consideró que existen pruebas para concluir que el procesado zarandeó al niño y le provocó severas lesiones neurológicas que acabarían por causarle la muerte apenas tres días después.

Además de la pena de prisión –que el condenado ya ha manifestado que recurrirá ante la Audiencia Provincial–, deberá indemnizar con 90.000 euros al padre y a la madre del niño. La progenitora, que continúa siendo su pareja sentimental, durante el juicio testificó a su favor, culpabilizando de las lesiones neurológicas al padre del pequeño y a su familia paterna. Los padres del niño se habían separado tiempo atrás y ella había iniciado una relación con el ahora procesado.

«El menor presentaba evidencias y signos clínicos muy floridos y característicos del niño zarandeado: hemorragias intracraneales, hemorragias oculares, encefalopatía características que son incompatibles con otro tipo de lesiones», aseguraron los médicos del HUCA que atendieron al niño y declararon durante el juicio. «La magnitud de las lesiones indican que va concatenado uno con otro, las consecuencias son inmediatamente posteriores al zarandeo, no se habría producido días, si no momentos antes de que se produjese es movimiento brusco», añadieron. El pequeño fue encontrado semiinconsciente por sus abuelos cuando fueron a recogerlo a casa de su hija y del ahora condenado. Llamaron a una ambulancia, pero las lesiones eran tan graves que murió a los pocos días.