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MARCOS MORO / OLGA ESTEBAN
Gijón.
Martes, 14 de julio 2020, 01:24
La empresa adjudicataria de la primera fase de obras de Tabacalera, la constructora San José, agotó ayer su última prórroga y dio al fin por concluidos los trabajos de consolidación de la antigua Fábrica de Tabacos que dieron comienzo en mayo de 2016. Unos trabajos que, según el plan inicial, deberían haber finalizado tan solo 15 meses después, en agosto de 2017.
En estos más de cuatro años han sucedido muchas cosas hasta llegar a completar las tareas de rehabilitación. Ha habido paralizaciones por la aparición de restos arqueológicos, sucesivas prórrogas, una modificación de contrato que mantuvo prácticamente un año entero el tajo sin actividad y, más recientemente, una ralentización como consecuencia de la COVID-19.
A grandes rasgos la intervención en el conjunto histórico de Cimavilla, donde se han invertido más de cinco millones de euros, ha permitido estos objetivos: consolidación del antiguo convento e iglesia, reestructuración de la antigua vicaría, excavación y construcción de la planta sótano que albergará las salas de almacenamiento e instalaciones, los espacios servidores y el acceso principal desde la calle de María Bandujo.
La consolidación de Tabacalera está culminada, pero aún se mantendrá varios días un retén de limpieza y personal de la constructora acudirá mañana a fotografiar el resultado de las obras.
Sobre la continuidad de las obras en una segunda fase se ciernen en este momento incertidumbres porque las prioridades de la ciudad son otras debido a la crisis sociosanitaria que ha generado la pandemia del coronavirus. Se da por hecho que va a haber un nuevo parón por tiempo indefinido en ese solar y que se retrasará tanto lo que tiene que ver con Tabacalera y como el plan de reordenación de equipamientos culturales que quería impulsar la alcaldesa Ana González. Un plan cuyo desarrollo ahora incierto preveía que el Centro de Cultura Antiguo Instituto dejase de ser sede de la Fundación Municipal de Cultura para acoger la colección de Bellas Artes de la ciudad (obras que ahora mismo están en el museo Nicanor Piñole y la Casa Natal de Jovellanos).
Con todo, el equipo de gobierno mantienen la idea de contratar antes de que finalice este año el proyecto para la distribución interior de la antigua fábrica de tabacos, así como seguir adelante con las expropiaciones de dos parcelas adyacentes necesarias para levantar dos nuevos edificios que albergarán la cafetería y una sala escénica. Pagará por ambas más de 338.000 euros. Y para contratar una asistencia técnica que redacte el proyecto de adecuación de espacios están consignados en el presupuesto municipal en vigor 94.168 euros.
La meta final era que Tabacalera abriera sus puertas reconvertida en gran centro cultural de la ciudad en el primer trimestre de 2023. Pero el director de la Fundación Municipal de Cultura, Miguel Barrero, admite que posiblemente haya que retrasar un poco esa previsión. El plan de barrios diseñado por el equipo de gobierno prevé una inversión de otros seis millones de euros para sumar Tabacalera a la oferta cultural y red de museos de Gijón.
La alcaldesa Ana González aún no ha presentado como tal el plan de usos para Tabacalera, pero sí que ha ido desgranando cuáles serán algunos de los contenidos a los que tendrá que atenerse el proyecto de distribución interior. La regidora ha avanzado que será un gran centro de cultura contemporánea que acogerá un centro de creación centrado especialmente en los jóvenes, una pequeña pinacoteca, una sala de artes escénicas y las oficinas de certámenes como el Festival de Cine (FICX) y la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten).
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