¿Qué hacer si te encuentras una medusa de más de un metro?

Ahora que las medusas gigantes han sustituido a los turistas que poco a poco han ido la mayoría regresando a sus casas, desde el Ayuntamiento aportan unas recomendaciones básicas de cara a cómo actuar con los nuevos visitantes de las playas gijonesas.

Lo básico e indispensable es no tocarlas. Aunque las 'Rhizostoma luteum' no son extremadamente venenosas, al contacto sí resultan urticantes, por lo que está totalmente desaconsejado manipularlas. El procedimiento a seguir es alertar al personal de salvamento del arenal y ellos a su vez, lo podrán en conocimiento de Emulsa para que proceda a su retirada. En caso de que el ciudadano no vea a un socorrista en las proximidades, podrá llamar a la Policía Local 092 para que desde la centralita reporten el aviso.

Los servicios de limpieza manejan cada ejemplar como un residuo rutinario. Lo introduce en una bolsa, la cierra y la trasladan al vehículo que la transportará hasta las instalaciones de Cogersa. Sí se recomienda a los ciudadanos que no tomen la decisión de retirarlas por sus propios medios y arrojarlas a contenedores de la vía púbica, ya que pueden entrañar un peligro.

En los últimos días han sido retiradas casi dos centenares de medusas, muchas de ellas con una longitud que superaba el metro. La enorme envergadura de esta variedad ha causado sensación en Gijón, donde en los últimos veranos se han venido avistando ejemplares de medusas carabelas, pero mucho más pequeñas (aunque también más dañinas), si bien nunca antes se habían podido contemplar celentéreos tan grandes.

Su hábitat comprende desde Senegal hasta el Cantábrico y no suelen frecuentar aguas costeras, sino que se trata de un animal pelágico de aguas abiertas. Suelen ser las corrientes y los temporales los que arrastran a estas medusas a la costa, pero también influye el aumento de la temperatura del agua.

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