El colegio sale en defensa de su labor y teme que la empañen «comentarios extemporáneos»

Ante el cuestionamiento de su labor de coordinación, el colegio «considera que ha hecho el trabajo que se le había encomendado» y recuerda que ha querido mantenerse «al margen de debates que siempre consideró ajenos a los intereses de la comisión».

El órgano colegial a cuyo frente está Alfonso Torre remarca también que «en el seno de la comisión existe un consenso mayoritario en cuanto a un cambio de paradigma hacia una movilidad sostenible, si bien existen puntos de vista distintos en la transición a ese cambio». Y al hilo de esta idea el escrito que redactó ayer la junta del gobierno del colegio «entiende que deben respetarse las sensibilidades que emanan de una comisión que, como órgano consultivo, tiene plena autonomía e independencia».

Asimismo, los arquitectos agradecen la actitud y colaboración que se ha mantenido en la mesa de la comisión. «El documento consensuado va mucho más allá de ser una respuesta unívoca sobre si debe haber uno, dos o ningún carril para el tráfico, lo que es uno de los múltiples parámetros dentro de un contexto mucho más complejo», argumenta el colegio. «Es un análisis participado de en qué claves es imprescindible intervenir en esa parte de la ciudad atendiendo a los inevitables conflictos que son consustanciales a la actividad urbana», concluye.

La presidenta de la comisión del Muro elaboró un decálogo al cerrar el grupo de trabajo que defiende que «la participación pública ayuda a entender y resolver conflictos innecesarios y a legitimar transformaciones urbanas, entre los ciudadanos».