
La Cocina Económica de Gijón, que reabrió este mes su comedor con aforo limitado, repartió este mediodía en táper la cena de Nochebuena a los usuarios que acudieron a comer a sus instalaciones de la calle Mieres. Tanto a los asiduos al comedor como a otras personas necesitadas de la ciudad que sabían que había preparado menú especial para intentar que nadie se sienta solo en estas fechas tan señaladas. El protocolo sanitario actual por la covid-19 impide en este momento reunir a la gente y dar cenas como se hacía antaño.
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Los 30 voluntarios de esta entidad benéfica, con su directora Marisela Cueto a la cabeza, han trabajado duro para que ningún indigente o familia sin recursos de Gijón se quede sin su táper con la cena de Nochebuena. El menú especial que los comensales se llevaron constaba de un entrante de gambas con mayonesa y limón, un arroz especial con pollo de primero y bacalao con gambas y almejas de segundo. De postre dulces típicos navideños, revoltijo y una botella de cava o champán Codorníu. La previsión era repartir, hasta agotarlos, más de 200 táperes entre los usuarios con estos manjares navideños.
La comida de Navidad también introducirá alguna sorpresa en el menú, así como la del día de Reyes. Así lo avanza Luis Torres, presidente de una institución benéfica que estos días ayuda a muchas familias sin recursos a sobrellevar sus problemas y a no sentirse tan diferentes al resto de ciudadanos.
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