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M. MORO
GIJÓN.
Domingo, 26 de diciembre 2021, 00:59
La Cocina Económica alimentó a 420 personas, comida y cena incluidas, entre Nochebuena y Navidad. Todas las personas que acudieron a almorzar a las instalaciones de la calle Mieres los días 24 y 25 recibieron como aguinaldo tápers con un menú especial navideño.
El ... comedor de la Asociación Gijonesa de Caridad tiene aforo limitado y desde este mes solo abre para dar comidas por los protocolos sanitarios derivados de la actual situación pandémica. Las colas que se forman para entrar a la casa son cada vez más grandes y había temor a que la demanda les desbordase. Ante la imposibilidad de dar cenas, por el elevado número de demandantes que reciben en estas fechas, las religiosas que gestionan la Cocina Económica, junto con la treintena de voluntarios que les ayudan, idearon esta forma de gratificar a sus usuarios (tanto a los asiduos como a los ocasionales) para que nadie se sienta solo en unas fechas tan señaladas. Los tápers con las cenas navideñas han tenido una acogida excepcional entre los usuarios de la institución benéfica y han supuesto una carga de trabajo extra para religiosas y voluntarios.
El día de Nochebuena fueron 228 personas las que hicieron uso del comedor de la Cocina Económica. Y nada más de acabar el almuerzo se les hizo entrega a ese mismo número de comensales de una bolsa con la cena ya cocinada. En concreto, un menú especial navideño a base de un entrante de gambas con mayonesa y limón, un arroz especial con pollo de primero y bacalao con gambas y almejas de segundo. De postre les entregaron dulces típicos navideños, revoltijo y una botella de cava Codorníu.
Ayer, día de Navidad, fueron 192 las personas que se acercaron a la hora del almuerzo. Degustaron allí alcachofas y sopa, cordero con ensalada, tarta, pan y café y se les dio a elegir además entre champán o zumo. Esos mismas 192 comensales se llevaron luego su bolsa con la cena servida y diferente a la de Nochebuena.
La directora de la Cocina Económica, Marisela Cueto, y el resto de las Hijas de la Caridad, estuvieron muy pendientes en Nochebuena y Navidad de que todos los comensales se sintieran a gusto, degustasen los manjares navideños y desconectasen de paso de sus problemas y sinsabores cotidianos. Se trata de que los indigentes y las familias sin recursos de la ciudad «sientan el calor de un hogar y no se vean tan diferentes al resto de ciudadanos» que disfrutan en estas fechas de la compañía de sus seres queridos.
El día de Reyes también habrá un menú especial para los que se acerquen al comedor social de la Asociación Gijonesa de Caridad.
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