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Cirujanos del servicio de Maxilofacial del Hospital Universitario de Cabueñes han conseguido operar con éxito a una paciente de 53 años que presentaba una tumoración benigna de lento crecimiento en el pómulo izquierdo, una lesión que con el paso del tiempo había ido creciendo hacia ... la órbita ocular, comprimiéndole el ojo y provocándole trastornos en la visión, como visión doble. La situación era grave. De no haberle eliminado el tumor, seguramente habría acabado perdiendo el ojo.
Tras sopesar distintas alternativas quirúrgicas, no se vio más opción que llevar a cabo una resección del malar. Lo novedoso es cómo se llevó a cabo esa intervención de un hemangioma intraóseo. Se hizo con una planificación virtual previa en 3D, en la que se diseñó, en colaboración con una empresa china, una prótesis completa, y a medida, del malar. La ejecución de la prótesis se dejó en manos de la firma gijonesa Acuña y Fombona. La pieza se fabricó en un material denominado Peek (polieteretercetona; un polímero termoplástico semicristalino) que «es muy estable en el tiempo, genera poco rechazo, se puede moldear durante la intervención, lo que permite corregir imprecisiones, y soporta muy bien los tornillos de osteosíntesis», explica el cirujano que dirigió esa intervención, Alejandro Pelaz. Lo que hizo única esta intervención fue también la forma de abordarla, mucho menos invasiva que una cirugía tradicional.
El acceso hasta la parte del cráneo que había que desmontar para después encajar «como un puzle» la prótesis se hizo a través de dos pequeñas incisiones realizadas en el párpado inferior y superior y con asistencia por endoscopia. Un día antes de la intervención, la paciente fue sometida en el Hospital Universitario Central de Asturias a una embolización de la zona en la que iban a trabajar los cirujanos maxilofaciales de Cabueñes. De esa forma se garantizaba un menor sangrado. Esa colaboración con el servicio de radiología intervencionista del HUCA es «un aspecto que enriquece la sanidad pública asturiana», destaca Pelaz.
La operación, en la que también intervinieron las cirujanas maxilofaciales Alba Novoa y Lorena Gallego, apenas duró cuatro horas. Y a la vista del estado que presenta en la actualidad la paciente, el éxito fue total.
Pero fue «una cirugía muy complicada» y no exenta de riesgos. En primer lugar, por llevarse a cabo en una zona en la que se veían comprometidos el nervio óptico y los músculos que mueven el globo ocular. Era, además, «bastante complicado» llevar a cabo el corte preciso del malar -se realizó con un bisturí piezoeléctrico- y la posterior colocación de la prótesis, la malla y las placas que la sujetan a través de las mínimas aberturas que se realizaron.
La planificación virtual en 3D es algo que ya está aplicando el servicio de maxilofacial de Cabueñes para abordar, por ejemplo, fracturas faciales, secuelas oncológicas de tumoraciones malignas o problemas de alteración de la mordida. La diferencia es que en estas intervenciones las prótesis a medida que se implantan proceden de los propios tejidos del paciente.
«Todo lo que planificamos antes de la cirugía nos permiten reducir los tiempos de intervención y los tiempos de ingreso de los pacientes. Además, la recuperación es más rápida», repasa Pelaz al hablar de sus ventajas. «Nos sentimos satisfechos de estar desarrollando técnicas vanguardistas en el Hospital de Cabueñes en un tiempo récord», destaca el cirujano maxilofacial.
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