«El circo es como una familia disfuncional»

El show tiene su poética y su pragmática, su parte artística y su devenir cotidiano. «Esto es como una familia disfuncional en la que todo el mundo conoce la vida de los demás y no hay intimidad», bromea Jamie Linderburg, adjunto a la dirección artística, ... un estadounidense con casa ahora en Amsterdam que ya ha estado en dos ocasiones anteriores en Gijón. En 'Varekai' era uno de los cantantes, ahora ha dado el salto al otro lado, el de la gestión del trabajo de otros. «Me gusta ver cómo se integran los nuevos artistas, cómo van creciendo en sus papeles», anota. Explica que para el público de Gijón el show será distinto a lo ya visto, tiene elementos inéditos respecto a los anteriores, empezando por la inspiración arábiga y por una mezcla muy especial entre tradición y modernidad. Detrás del espectáculo está también la organización que asume a diario Shalini Marimuthu, una malasia para quien estar en el Cirque du Soleil era la ilusión de su vida. Hace 15 meses hizo el sueño realidad. «Mi trabajo es cuidar a todo el mundo, a los artistas, a los técnicos, cada día es diferente, nunca sabes lo que va a pasar», dice. Lo mejor llega cada noche, «cuando empieza el show»; lo peor, «cuando se produce algún accidente».