El Chas rescinde el contrato de forma unilateral con Chas Pádel cuando iba a comenzar la obra

Chas Pádel, por sentencia de la Audiencia Provincial del pasado día 25 de mayo, dispone de 5.500 metros cuadrados dentro de la entidad hípica, al costado mismo de la avenida de Albert Einstein, para llevar adelante la construcción de pistas de pádel, respondiendo a un contrato suscrito en el año 2013 y con una vigencia de 25 años. Por entonces, ese proyecto no pudo llevarse adelante ya que una parte importante de ese terreno comprometido no estaba escriturado a nombre del Chas, sino al del Ayuntamiento de Gijón. Fue el inicio de un desencuentro que ayer vivió un nuevo episodio con la remisión del citado burofax en el que Jesús Kocina le comunica a Chas Pádel su decisión de rescindir, de forma unilateral, el contrato que une a ambas entidades.

La medida coincide con la intención de la empresa de pádel de iniciar los trabajos para la construcción de trece pistas en los 5.500 metros cuadrados disponibles y ratificados por sentencia judicial. El próximo lunes, de hecho, un topógrafo de la empresa iba a acceder al club hípico (aún no está claro si lo hará igualmente), para empezar a delimitar la zona de obra y, en breve, estaba previsto que entraran las máquinas. Chas Pádel reelaboró su anterior proyecto para adaptarlo a las nuevas necesidades, pero respetando la idea inicial de crear, como queda apuntado, trece pistas para la practica de este deporte. El problema, entre otros, es que buena parte de los citados 5.500 metros cuadrados forman parte del terreno vendido por el Chas a la empresa Ganax a cambio de salvar la delicada situación económica que atravesaba el pasado verano la entidad hípica. De hecho, Jesús Kocina, en la asamblea de socios del 17 de julio pasado, dijo a los socios que «si ese contrato (el del pádel) se aplica, nos condena a la desaparición. Lo tenemos que impedir», y aludió a que Ganax sería quien tendría que negociar una salida. «A partir de ahora nosotros nos apartamos y que el juicio lo afronte Ganax. Nosotros no podríamos», aseguró.

Hubo, posteriormente, unos contactos entre Ganax y Chas Pádel, pero las cantidades barajadas nunca dieron opción al acuerdo. Chas Pádel, por contrato, debería de recibir un millón de euros en caso de rescisión unilateral. Ganax apenas ofreció una quinta parte de esa cantidad. Desde entonces no hubo más opción al acuerdo. Ahora Chas Pádel reinicia su intención de llevar adelante su proyecto, avalado por los tribunales, y Jesús Kocina plantea la rescisión unilateral del contrato, que podría conllevar, además, un importante lucro cesante.

A expensas de lo que pueda suceder en los próximos días, todo hace indicar que, de nuevo, tendrán que ser los tribunales de justicia quienes tengan la última palabra, extremo que no es novedoso en el Chas en los últimos tiempos.