Una centenaria con mucho mambo

Cuando sopló las velas, sus hijos le pusieron de lado la cifra. Pues Corina sigue siendo coqueta. «Nunca ha querido que se sepa su edad, pues dice que si te ven como una anciana ya nadie te hace caso», cuenta su hija, quien revela que, en plenos preparativos, descubrieron que Corina Enriqueta Díaz-Faes Alonso-Villaverde (con el tiempo abrevió nombre y apellidos) nació en realidad el 8 de noviembre de 1919, con lo cual ha cumplido en realidad 101. Así lo indican tres vetustas tarjetas de visita unidas por un lazo rosa donde figura tal fecha. Pero de eso, ni hablar.

Con su matrimonio en 1948 Corina dejó su trabajo de maestra para dedicarse a los hijos. Y, también, enlazó dos familias ilustres, pues la sobrina bisnieta de Acisclo Fernández Vallín se unió a Carlos Orbón, hermano del célebre compositor avilesino, que fue teniente alcalde del Consistorio gijonés. La historia familiar da para un libro, o varios. Y ella lo recuerda todo. Cuanto más lejano, mejor. Sigue saliendo todos los días con su hija, que la lleva en silla de ruedas para facilitar el recorrido. Lo hace mañana y tarde, pues la casa, dice, «no te da nada», y no perdona la parada matinal en el Bariloche, que visita casi a diario desde su inauguración en 1965, donde se toma un corto de cerveza. Genio y figura.