«El cartón es ecológico y económico. Confiamos tanto en él que, si no existiera, tendríamos que inventarlo»

Cartonajes VIRes una empresa familiar asturiana con más de 90 años de existencia. A lo largo de estas décadas, la compañía se ha ido adaptando a los cambios, logrando una actividad sostenible. Para ello, han apostado por productos de cartón ecológicos y sostenibles, y también por mejorar sus instalaciones –ubicadas en Meres– para que cada vez más su actividad suponga un impacto positivo para el entorno en el que trabajan. A ello se suma un fuerte compromiso social, tanto con sus trabajadores como con los asturianos, en general. Inaciu Iglesias, Consejero Delegado de Cartonajes VIR asegura que si el cartón no existiera «tendríamos que inventarlo».

–¿Qué papel juega la sostenibilidad en Cartonajes VIR?

–Central. Para una empresa con más de noventa años la sostenibilidad es capital. Sobrevivimos porque nos adaptamos a los cambios, fuimos humildes, pensamos a largo plazo y cumplimos nuestras obligaciones con todo nuestro entorno. Incluido el planeta.

–¿En qué proyectos o ámbitos se concreta?

–Nuestro reto principal es seguir generando riqueza y empleo durante, por lo menos, otros noventa años. Siempre fuimos ecológicos y, ahora, queremos pasar a limpio todo lo que hicimos en las últimas nueve décadas. Conocer y reducir nuestra huella de carbono resulta fundamental. Y asesorar a nuestros clientes para ecodiseñar sus embalajes desde el principio seguirá siendo la base de nuestro negocio.

–Destaca de sus productos que son ecológicos y sostenibles. ¿Qué características tienen?

–El cartón no solo es barato de reciclar: es rentable; es decir, la industria papelera valora, en dinero, lo que otros considerarían un 'residuo'. Por eso no hay vertederos de cartón, y por eso, con diferencia, es el material que más se recupera: en torno a un 80 %. Y es más: si, por lo que sea, una caja de cartón acaba llegando al océano, no hay problema, ya que se desintegra. Es un material reciclable y compostable; es decir, sirve como abono para la huerta. Si hasta los merucos lo quieren…¿cómo no va a ser ecológico?.

–El cartón, en definitiva es la pieza clave de su actividad

–Claro, y es ecológico y económico. Confiamos tanto en él que, si no existiera, tendríamos que inventarlo. En Cartonajes VIR fabricamos 60 millones de cajas al año con material 100% reciclado, reciclable y compostable.

–¿Están dispuestos los clientes a pagar más por los productos sostenibles o el bolsillo es lo primero?

–Todos queremos productos buenos, bonitos y baratos. La buena noticia es que cuidar nuestro planeta sale barato. O dicho de otra manera: no cuidarlo resulta carísimo. Un embalaje no biodegradable, una bolsa de plástico por ejemplo, se fabrica por muy poco dinero. Pero cuesta muchísimo deshacerse de ella: unos ciento cincuenta años. ¿De verdad resulta rentable? Yo creo que no. Dicho esto, y escapando de teorías grandilocuentes, tenemos que conseguir que todo esto no lo paguen, solo, los consumidores particulares o el dinero público. Las empresas tenemos mucho que decir. Y si lo hacemos bien, la gente estará dispuesta a pagar las cosas por lo que valen. No debemos ser pesimistas: el sentido común está bastante más extendido de lo que a primera vista parece.

–¿En que nuevas soluciones, sostenibles, para sus clientes trabajan actualmente?

–Ahora mismo estamos trabajando en el comercio electrónico, en tiendas de proximidad y en emprendedores rurales. Facilitar las cosas al que se arriesga es nuestro objetivo. Y por cajas no va a quedar.

–Respecto a las instalaciones, ¿también son sostenibles? Estaban inmersos en el tema de las placas solares, ¿en qué punto se encuentran?

–Nuestras instalaciones deben ser sostenibles. Tenemos que ser coherentes y predicar con el ejemplo. Y también ser prudentes. Hace años instalamos placas solares en nuestro tejado: poca cosa, una primera fase; pero funcionó. Hicimos entonces un estudio en profundidad y nos embarcamos en un proyecto con dos objetivos: eliminar cualquier resto de uralita en nuestros tejados y disponer de toda la energía solar posible para nuestro proceso productivo. Es un plan a varios años que está funcionando bien: despacio y con buena letra, que es como nos gusta hacer las cosas.

–¿Con qué tipo de colectivos colaboran en materia de responsabilidad social corporativa habitualmente?

–Trabajamos con distintos Bancos, Cajas y Fundaciones. Ahora bien, te diré que nuestro Banco favorito es el de alimentos, nos hacen mucha ilusión los retos culturales y, sobre las cajas, no te voy a decir nada porque el chiste sería demasiado fácil: preferimos las nuestras.

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