Gijón como punta de lanza de un modelo cultural moderno y sostenible.

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Gijón como espacio para la tradición y la vanguardia, como referencia a la hora de generar valor a través del conocimiento.

La vía gijonesa, como hemos bautizado a nuestra hoja de ruta, es ... algo más que un modelo. Es una forma de entender la ciudad, una expresión del Gijón que lidera, del Gijón que debe ser ejemplo en Asturias, España y Europa.

La vía gijonesa es una forma de mirar hacia dentro sin extenderse en lo introspectivo, de abrirse al exterior con la fuerza dinamizadora que solo la cultura conoce.

No se trata de lanzarse a por la moda, sino de representarla desde una historia y un contexto que sitúan a Gijón en la carrera de las grandes ciudades.

El Centro de Arte Tabacalera está destinado a ser el corazón de esta vía gijonesa. Ninguna ciudad tiene el lujo de ser dueña de su destino como Gijón lo es con este edificio.

Sin embargo, alrededor de este futuro epicentro cultural, se articulará una red de museos e instalaciones de potencial inabarcable. Pienso en el Museo Jovellanos, en el Palacio de Revillagigedo o en la envidiable red de museos públicos que Gijón atesora, un lujo único en España.

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Pero también pienso en el Palacio de San Andrés de Cornellana y en esa inclusión de los barrios dentro de un mismo eje cultural que la ciudad llevaba tiempo necesitando.

La vía gijonesa es mucho más que un modelo. Es una forma de entender el futuro. Un futuro brillante y moderno; un futuro a la altura de la ciudad que somos.

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