El carisma de Paulino Melón Martino, recordado en su despedida en la iglesia de Jove

Sus amigos le recordaban estos días como una persona «alegre, divertida, ocurrente, generosa y bondadosa», que se fue demasiado pronto. Tan solo contaba 71 años y sus condiciones físcas no hacían presagiar un final tan temprano.

El deporte fue su gran pasión, junto a su familia, amigos y la tierra de sus padres, Taranes, en el concejo de Ponga, un lugar del que nunca se desvinculó y donde era también muy querido. Destacó en el deporte, aunque no se decidió nunca por la competición, pero sus allegados están convencidos de que podría haber llegado lejos si se lo hubiera propuesto. «A los 11 años ya ganó una prueba en atletismo», cuentan. Su vida profesional se centró en el mundo de la imprenta, pero nunca dejó de practicar su pasión por el deporte. «Destacaba en atletismo y montaña, tenía unas condiciones físicas increíbles», subrayan sus amigos.

Muy conocido en Gijón, donde sus padres regentaron una carnicería en zona de Begoña, cosechó grandes amigos a lo largo de vida, muchos de los cuales seguían conmocionados tras conocer la noticia. «Era el mejor amigo del mundo. Todo lo que tenía era para sus amigos, siempre fue muy generoso», rememoraba uno de ellos, Marcelino Laruelo.