El 'Nehir', el barco abordado en el Cantábrico del que fueron decomisadas 1,6 toneladas de cocaína y que se hundió, supuestamente, con otras 1,8 que no fueron localizadas al reflotar el buque en El Musel. E. C.

El Cantábrico, vía de entrada de los narcos por la presión policial en Galicia y Cádiz

Punto de mira. La Policía pone el foco en el Norte tras las últimas operaciones del polizón, el 'Nehir' y el submarino que intentó descargar en Asturias la cocaína

Olaya Suárez

Gijón

Domingo, 26 de marzo 2023, 00:59

Cada vez se repite con mayor asiduidad y con mecanismos más sofisticados. El mar Cantábrico, y más concretamente la costa de Gijón, se ha convertido en los últimos tiempos es una de las puertas de entrada a España de la cocaína que llega de Sudamérica. El motivo no es otro que la presión policial en otros puntos tradicionales de descargas de alijos: Galicia y el Campo de Gibraltar, en Cádiz.

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Los narcotraficantes buscan nuevas rutas y vías más seguras con las que eludir a las fuerzas de seguridad, que, sin embargo, han puesto la costa cantábrica en su punto de mira. El objetivo es evitar que se asienten canales de entrada en Asturias. La detención esta semana de un polizón que se escondía en un mercante procedente de Barranquilla (Colombia) con 130 kilos de cocaína ha hecho saltar todas las alarmas. Es la última de una serie de operaciones e investigaciones policiales que se repiten cada vez más frecuentemente.

Hace apenas dos semanas la tripulación de un submarino que acabó apareciendo semihundido en la ría de Muros contactaba con una organización criminal radicada en Asturias para hacer la descarga de cocaína después de que le fallase el plan inicial de una banda gallega. La nave fue localizada ya sin la droga en su interior. Tampoco había rastro de la tripulación. La maniobra tenía lugar mientras se juzgaba en la Audiencia Nacional el transporte de 1,6 toneladas de coca que viajaban a bordo del 'Nehir' y que sentó en el banquillo a la tripulación.

La gran incógnita es ahora determinar dónde están las casi dos toneladas de droga con las que se hundió el buque que durante dos años permaneció bajo el agua al abrigo del Muelle Norte del puerto de El Musel. ¿Pudieron acceder a sus bodegas para robar el alijo? Es lo que investiga la Audiencia Nacional. Uno de los indicios que lleva a determinar que la droga fue sustraída de las bodegas es la investigación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO), que permitió determinar que un grupo criminal del País Vasco se había desplazado hasta la playa de Llumeres, provisto de lanchas y trajes de buzo, con la intención de llegar hasta el 'Nehir'. En esa ocasión el plan se frustró, lo que no quiere indicar que no se haya podido ejecutar en otra ocasión o por otro grupo distinto.

No son hechos aislados. A finales del año pasado la UDYCO detenía en Siero a Carlos García Morales, alias 'El Matador', un conocido narco gallego que dirigía desde Asturias una de las más importantes redes de distribución de cocaína en España. Le fueron intervenidos 600 kilos de cocaína de gran pureza. La Policía Nacional, que se ocupó de la investigación, aseguró que «la droga había entrado por el Cantábrico».

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Naves nodrizas

El modus operandi de los narcotraficantes pasa por evitar hacer las descargas de los alijos directamente en el puerto, debido a los controles y la presencia policial. Utilizan para ello naves nodrizas -embarcaciones lanzadera-, a las que hacen las descargas en altamar. Hasta el momento no se han detectado en el Cantábrico planeadoras (prohibidas en España), pero sí datos que apuntan a barcos de pesca que podrían estar involucrados en el tráfico de droga y que se cobijarían bajo la tapadera del negocio ilegal para hacer supuestas descargas.

La presencia de rutas de droga en el Cantábrico viene de atrás. En 2006, en la costa gijonesa, los GEO abordaban un velero con 800 kilos de cocaína. Más importante fue, en 2002, el alijo del buque 'Romios', atracado en El Musel con 1.400 kilos de cocaína. Ninguno de estos casos ha logrado superar aún los 4.728 kilos hallados en los acantilados de la localidad tapiega de Salave.

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