La caída de tejas en uno de los laterales de la iglesia de la Laboral ha obligado a precintar la zona por motivos de seguridad. Fuentes de la Consejería de Cultura señalaron que «cuando se producen fuertes vientos, hay ciertas zonas del complejo de la Laboral donde puede caer alguna pizarra», como ha ocurrido días atrás.
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Asimismo, indican que «desde el equipo que gestiona la Laboral se realizan inspecciones periódicas a las cubiertas y se corrigen aquellas pizarras que, puntualmente, se puedan desprender».
El templo está a la espera de su reapertura, tras unas obras de restauración de la cúpula cuya recepción no fue aceptada por desprendimientos de pintura en el interior que deben ser reparados en un plazo de ocho meses.
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