La cadena de gimnasios Altafit se ha sumado a la puja por el antiguo Teatro Arango. Aprovechando que aún no hay un contrato firmado con el Grupo Nalón, franquiciado principal de Burger King en Asturias que quiere abrir un nuevo restaurante en el local sin uso de la calle la Merced, el grupo madrileño visitó ayer las instalaciones para exponer su propuesta empresarial a la propiedad.
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La firma, actualmente en proceso de expansión por toda España, está especializada en gimnasios de bajo coste. Sin embargo, su plan para el Arango, si se toma en consideración su oferta, es abrir un centro de su marca premium, denominada Myst Gym Club. Se trata de gimnasios exclusivos que aprovechan espacios singulares en los centros de las ciudades para dar servicio a los deportistas más exigentes.
El primer gimnasio de esta categoría superior se inauguró a finales de 2015 en Madrid y fue resultado de la transformación completa del antiguo Teatro Arenal, situado a cincuenta metros de la Puerta del Sol, que había echado el cierre tras sus últimas representaciones en marzo de 2013.
Esa misma filosofía es la que se ofrece traer al Arango. Como en la intervención realizada en la capital de España, el proyecto de Altafit plantea respetar e integrar todos los elementos principales del teatro que sobrevivieron al paso de Corporación Dermoestética. Los gimnasios de gama alta de la firma madrileña incluyen zonas de relax-chill out y salas de ocio para disfrute de los socios. Además, cuentan con salas de fitness con maquinaria de primera calidad, repletas de detalles, imágenes y frases motivadoras.
La cadena tiene su único gimnasio en la ciudad en el Espacio Comercial Cortijo de El Natahoyo, gestionado precisamente por la sociedad Ferrero Barros, que es la que controla en este momento más del 55% de la comunidad de herederos del antiguo Teatro Arango. El gimnasio del barrio fabril cuenta con más de 1.600 socios y se ha consolidado con sus precios en una zona de influencia del Club Natación Santa Olaya.
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La sociedad Ferrero Barros tendrá que elegir por tanto entre el gimnasio exclusivo y el restaurante de comida rápida para alquilar un espacio que lleva cerrado desde marzo de 2015 en el centro de la ciudad. El proyecto de Burger King parece que parte con ventaja, pues la cadena de gimnasios precisa de un mayor tiempo para desarrollar su proyecto al priorizar actualmente otras inversiones.
Además, la sociedad mayoritaria en la propiedad del Arango, capitaneada por el empresario leonés Roberto Ferrero, tiene cerrado un preacuerdo con el Grupo Nalón, franquiciado que explota todos los Burger King de Gijón a excepción del de la plaza de Italia. También lleva el restaurante del Centro Comercial Salesas en Oviedo y otros en las Cuencas.
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La negociación de las cláusulas del contrato de arrendamiento entre las partes se ha pospuesto a la espera de que el Ayuntamiento dé su autorización al uso hostelero, compatible con la protección parcial de la que goza el antiguo coliseo en el catálogo urbanístico vigente.
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